8 febrero, 2015
La mejoría de la que presumen los portavoces del PP sigue sin llegar a cientos de miles de familias, a los millones de ciudadanos que más han padecido las consecuencias de la recesión, a las clases medias y bajas, a los autónomos, a las pequeñas empresas; en definitiva, a la inmensa mayoría de la sociedad.
Con las políticas del PP las desigualdades suben en ascensor y el empleo por la escalera, dándose la circunstancia de que el empleo que se genera al calor de la reforma laboral es empleo fugaz y mal pagado.
Con las políticas del PP las desigualdades suben en ascensor y el empleo por la escalera, dándose la circunstancia de que el empleo que se genera al calor de la reforma laboral es empleo fugaz y mal pagado.
Los datos de paro registrado a escala estatal correspondientes a enero no hacen sino incidir en la fragilidad de una recuperación que, hoy por hoy, sólo se refleja en las cuentas de resultados de los grandes bancos y empresas. Hace unos días conocíamos que las cinco mayores entidades financieras españolas registraron, en conjunto, un beneficio neto de 9.756,1 millones de euros en 2013, frente a los 7.674 millones de euros obtenidos un año antes. Los datos lo confirman, con el PP a las entidades financieras les va infinitamente mejor que a los contribuyentes de a pie, contribuyentes que son –somos- los que hemos pagado las facturas de los excesos de la banca.
Unas ganancias, las de los grandes bancos y empresas, que contrastan con el aumento del paro registrado en el primer mes de este 2015, una subida de nada menos que 77.980 personas, que sitúa el número de parados en todo el Estado en más de 4.5 millones, y una caída de la afiliación a la Seguridad Social de cerca de 200.000 cotizantes en un mes, quedando éstas en poco más de 16,5 millones.
Con estos mimbres, no sólo no es de extrañar que el paro y la situación económica se sitúen como principales problemas de los ciudadanos, sino también que el discurso triunfalista del Partido Popular suene falaz, hueco e incluso insultante para una sociedad que continúa soportando los peores efectos de la crisis.
En Canarias, sin embargo, continuamos trabajando duro -sin euforias ni mensajes engañosos- para seguir creando las condiciones que permitan, en la medida del estrecho margen del que dispone una comunidad autónoma, seguir creando empleo; y cuando digo `continuamos’ no me refiero sólo al Ejecutivo que presido, sino al conjunto de la sociedad canaria, sus instituciones, agentes sociales, colectivos y ciudadanos. Hemos hecho mucho, pero sabemos que aún nos queda mucho por hacer.
En contraste con el incremento del desempleo a escala estatal el pasado de enero, en Canarias registramos un descenso de cerca de mil personas ese mismo mes, siendo una de las tres únicas comunidades, junto a Baleares y Extremadura, donde se experimentó una caída del paro. Concretamente una bajada del 0,59 por ciento frente al aumento del 1,75 por ciento estatal.
Mil personas puede parecer una cifra poco significativa, pero la verdadera importancia de este registro radica en varios factores: en primer lugar, se trata del primer mes de enero en casi 20 años en que se produce un descenso; en segundo lugar, supone una bajada de 16.291 parados en la comparativa interanual –respecto a enero de 2014-; y en tercer lugar, estamos ante el noveno mes de caída continuada del desempleo en nuestra comunidad, pasando de los 276.786 de mayo del pasado año a los 259.742 de la actualidad (PDF).
Unas cifras respaldadas por la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2014 -que situó a las Islas como la comunidad con mayor crecimiento de ocupados, un 4,8 por ciento frente al 0,3 por ciento estatal, a pesar del incremento de la población activa- y que nos invitan a seguir trabajando, con decisión pero con humildad, en esta línea.
Entre otras iniciativas, tenemos ya en marcha el Plan Extraordinario de Empleo Social, a través del cual casi 7.000 personas en situación de especial dificultad económica están trabajando, obteniendo ingresos y cotizando a la Seguridad Social.
Trabajamos con el objetivo de dar una respuesta eficiente a las personas desempleadas que buscan una oportunidad de empleo, a través de formación, orientación laboral o a través de su participación en alguno de los programas que cada año lanzamos para mejorar la empleabilidad de quienes están buscando trabajo.
Por tanto, y alejados de cualquier tipo de triunfalismo, sí podemos decir que estamos haciendo los deberes y que en Canarias se observan signos de un cambio de tendencia. Todos los indicadores y analistas así lo señalan, en la evolución del paro, como hemos visto, pero también en aspectos como que el pasado año fuimos la comunidad con mayor crecimiento, y todo indica que en 2015 también estaremos entre las primeras comunidades.
En 2014, el PIB del Archipiélago se situó en torno a un 2 por ciento, superior al 1,4 por ciento estatal, y la previsión para 2015 es que vuelva a aumentar otro 2 por ciento gracias, entre otras cosas, a la pujanza de nuestro tejido económico y a la menor necesidad de financiación pública derivada del cumplimiento de los objetivos de déficit y deuda.
Cabe recordar igualmente que, en el ámbito del turismo, principal motor de nuestra economía,hemos vuelto a batir récords con la llegada de 13 millones de visitantes por avión en 2014, un 7 por ciento más que en 2013, a lo que hay que añadir los 2 millones de turistas de cruceros, un 18 por ciento más que el año anterior.
Son sólo algunos aspectos de otros muchos cada vez más esperanzadores. Canarias mira hoy al futuro con esperanza. Conscientes de lo que hemos hecho y de lo mucho que aún nos queda por hacer, seguimos trabajando día a día, en todos los rincones del Archipiélago. Sin euforia, sin engaños, sin mentir. Con los pies en la tierra, codo a codo con todo el tejido institucional y social, intentando hacer realidad para todos, y no sólo para unos pocos, ese cambio de tendencia.
http://paulinorivero.com/2015/02/08/pp-desigualdad-empleo/#more-20571
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