Artículo de opinión
El Valle de Jinámar es una "ciudad" por su gran
cantidad de habitantes, siendo este gran número una parte importante del
municipio de Telde, donde las políticas pasadas, y sin olvidar las actuales, no
han dado la talla como dirigentes de un lugar en abandono sistemático por parte
de los diferentes gobiernos en el ámbito de la higiene y limpieza en las
infraestructuras de los parques infantiles y recintos deportivos, con aceras en
el más malintencionado abandono, con muros donde la basura se esconde, laderas
llenas de inmundicia que es lo que se deja ver, paradas de guaguas sin
marquesinas a la intemperie de los elementos, dando así el aspecto de gueto
que, sin saberlo, me anticipo que es todo lo que los "dirigentes"
buscan presentar ante los foráneos, haciendo ver un ámbito de marginalidad y
delincuencia.
Pero se equivocan, este mal no es solo en el Valle, es en todos
los puntos del municipio, ya que la vigilancia es pésima. Pero esto es lo que
buscan presentar ante todos y así seguir dando mala fama e infundir dudas y
rechazo. Ahora es el momento de las preguntas: ¿Dónde está el dinero que es
recibido para el Valle de Jinámar? ¿Dónde se emplea? ¿Por qué el consistorio
teldense los abandona intencionadamente? ¿Por qué no son atendidos como debería
ser? Estas preguntas solo quedan en la mente de las malas políticas actuantes y
pasadas en este importante núcleo poblacional. También contribuyen para y por
unas actuaciones fidedignas y de calidad, y así, sin dejar de recordarles que
también votan y eligen, aunque el fallo sea una política de muy mala calidad
que les representa y así sea tomado en serio el dicho que dice: "el ojo
del amo engorda el caballo".
Joaquín Santana.
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