Para la pequeña Luci, cada visita a la casa de la abuela era una aventura, siempre encontraba algo nuevo entre todos los recuerdos antiguos que la anciana aún conservaba pero, donde mejor lo pasaba era en el jardín donde siempre aprendía algo nuevo sobre plantas y flores.
Con la santa paciencia que solo tienen las abuelas, le mostraba la diferencia entre el perejil y el cilantro, las flores del pensamiento y las de la violeta.
Aquel día corrió hacia el jardín para ver si había alguna planta nueva pero, al llegar vio que bien pegado al fino tronco de una de las plantas había un gusano. Al poco entró gritando y, mientras tomaba a la señora de la mano gritaba, abuela, abuela hay un gusano en una planta.
Al llegar lo señalo y, mientras sonreía la abuela le explicó… este gusano que tanto te ha asustado te va a dar una gran sorpresa cuando veas que, después de una gran trasformación se transfigurará en la más bella mariposa que jamás hayas visto.
Por eso, mi nieta querida, no desprecies a las personas por su aspecto físico, mira la belleza de su interior.
Mary Almenara.
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