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viernes, 25 de abril de 2025

La preocupante realidad actual, de la “violencia de género”

 

Julio González Padrón
Artículo de opinión

(Por Julio César González Padrón)

Por desgracia, estamos viviendo una triste realidad. Todos los días los telediarios de todas las cadenas y la prensa escrita, abre sus ediciones informándonos de un nuevo caso de violencia de genero; tantos van ya, que sinceramente he perdido la cuenta y lo peor no es que no cese su número, sino que parece ir en aumento.

Según datos de organismos internacionales, un alto porcentaje de especialmente mujeres, y menores, sufren violencia física, psicológica o económica a lo largo de su vida, lo que, demuestra la urgencia de abordar esta cuestión de manera integral.

Esta violencia no solo tiene consecuencias individuales devastadoras, sino que también impacta en la estructura social, debilitando el bienestar general y profundizando las desigualdades. 

Por ello pienso que, se hace fundamental el reflexionar sobre sus causas, consecuencias y posibles soluciones para generar conciencia y buscar medidas eficaces que la erradiquen.

Si bien es cierto que, esta “violencia de género” es una problemática arraigada en muchas sociedades, afectando gravemente la vida de millones de personas en el mundo; tanto que, ya nos estamos acostumbrando a ello, hay que reconocer que, aunque se han logrado avances en la sensibilización y legislación, aún existen barreras estructurales y culturales que perpetúan el problema. 

Según datos de organismos internacionales, un alto porcentaje de mujeres sufren violencia física, psicológica o económica a lo largo de su vida, lo que demuestra la urgencia de abordar esta cuestión de manera integral.

Las razones detrás de la llamada “violencia de género” son diversas y están influenciadas por factores culturales, históricos y económicos. 

Algunas de las principales causas incluyen:

1.-Normas y roles de género tradicionales: en muchas sociedades, las expectativas de comportamiento según el género han perpetuado la desigualdad. La idea de que las mujeres deben ser “sumisas” y los hombres “dominantes” refuerza dinámicas de abuso.

2.-Educación y socialización: la falta de una educación con perspectiva de género contribuye a la normalización de conductas violentas. Desde edades tempranas, es crucial enseñar respeto e igualdad.

3.-Factores económicos: la dependencia económica puede ser una barrera para que las víctimas escapen de situaciones de violencia. Sin ingresos propios o apoyo estatal, muchas mujeres permanecen en relaciones abusivas.

4.-Deficiencias en la legislación: En algunos países, las leyes no protegen adecuadamente a las víctimas, lo que deja espacio para la impunidad y la repetición de los abusos y en otras presuponen la creencia sin una investigación más profunda de los casos concretos de la supuesta víctima y esto puede conllevar a   posteriores errores judiciales, muy difíciles de solventar. ¿Cómo le pagas a un hombre, que han enviado a prisión por atender a una denuncia falsa?

5.-Estereotipos y representación mediática: la cosificación de las mujeres en publicidad, cine y música refuerza la idea de que son objetos y no sujetos con autonomía, perpetuando actitudes sexistas y violentas.


Y todo ello como si lo metiéramos en una coctelera produce un impacto de la violencia de género profundo y además se extiende más allá de las víctimas directas, afectando a familias, comunidades y sociedades enteras. 

 Así a voz de pronto, destacaría que, como consecuencias más alarmantes lo siguiente:

1.-Los efectos psicológicos: las víctimas suelen experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima y trastorno de estrés postraumático y cuando digo víctima, me refiero también a las que se derivan de las “falsas denuncias”, que por desgracia se dan en  muchos casos.

2.-El impacto físico: las agresiones pueden causar daños graves e incluso la muerte. En muchos casos, las víctimas padecen problemas de salud a largo plazo derivados de la violencia.

3..-Las consecuencias económicas: la violencia de género tiene un costo económico significativo en atención médica, reducción de la productividad laboral y gastos en sistemas judiciales.

4.-El efecto en los niños: cuando los hijos son testigos de violencia en el hogar, o simplemente víctimas de abusos sexuales, pueden desarrollar traumas, repetir patrones abusivos en sus propias relaciones futuras o experimentar dificultades emocionales.

5.-Repercusiones en la sociedad: la violencia de género erosiona el tejido social, aumentando la desconfianza y perpetuando desigualdades estructurales.

Pero como todo en la vida, “a grandes males, yares remedios”; por lo tanto, el combatir la llamada “violencia de género” requiere un enfoque integral con participación de gobiernos, instituciones y la sociedad en general, poniendo en marcha estrategias claves que incluyan:

1.- El fortalecimiento de leyes y políticas de protección: es fundamental contar con legislación que castigue los delitos de violencia de género y brinde apoyo a las víctimas, garantizando su seguridad y bienestar.

2.-Educación y sensibilización: promover campañas de concienciación en escuelas, empresas y comunidades, ayuda a desmontar prejuicios y prevenir la violencia.

3.-Apoyo psicológico y legal accesible: crear más espacios de ayuda para víctimas, con asesoramiento legal gratuito y terapia especializada, puede facilitar su recuperación.

4.-Promoción de la independencia económica: fomentar la autonomía financiera, principalmente de las mujeres, mediante programas de capacitación y empleo reduce la vulnerabilidad ante la violencia.

5.-Acción comunitaria y redes de apoyo: fortalecer redes comunitarias que apoyen a las víctimas y promuevan espacios seguros es crucial para reducir el aislamiento y el miedo

 Porque no nos olvidemos que por desgracia esta “violencia de género” adopta formas distintas según las normas culturales, tradiciones y estructuras sociales de cada región o país. 

Y para explicarme mejor lo que expongo, destaco algunos ejemplos como pudieran ser:

1.-Violencia doméstica en sociedades patriarcales: en algunas culturas, las mujeres son vistas como responsables de mantener el "honor" familiar”. Esto puede llevar a agresiones físicas o psicológicas si se percibe que no cumplen con estas expectativas.

2.-Matrimonios forzados: en ciertas regiones, especialmente en comunidades rurales de Asia y África, las niñas son obligadas a casarse a edades tempranas, lo que limita su educación y las expone a abusos.

3.-Mutilación genital femenina (MGF): esta práctica, común en algunas partes de África y Oriente Medio, se realiza bajo la creencia de preservar la "pureza" de las mujeres, causando daños físicos y psicológicos severos de por vida.

4.-Violencia laboral: en países con menor igualdad de género, las mujeres se enfrentan a acoso sexual y discriminación en el lugar de trabajo, lo que perpetúa su exclusión económica.

5.-Crímenes de honor: en algunas comunidades del sur de Asia y Oriente Medio, las mujeres pueden ser asesinadas por sus propias familias si se considera que han “deshonrado” a la familia, por ejemplo, al elegir a su pareja.

Estos ejemplos muestran cómo la violencia de género está profundamente arraigada en las estructuras culturales y sociales de algunos lugares del planeta, nos guste aceptarlo o no.

Si bien es cierto que, ya existen diversas leyes a nivel nacional e internacional que, buscan combatir la violencia de género y proteger a las víctimas.

Por ejemplo y para mencionar algunos lugares, podemos citar a: 

España

  • Ley Orgánica 1/2004: Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que establece mecanismos de prevención, protección y sanción.

  • Ley Orgánica 10/2022: Garantía integral de la libertad sexual, conocida como la "Ley del solo sí es sí", que refuerza la protección contra agresiones sexuales.

  • Código de Violencia de Género y Doméstica: Recoge diversas normativas sobre protección y asistencia a víctimas.

Europa (general)

  • Convenio de Estambul (2011): Tratado del Consejo de Europa para prevenir y combatir la violencia contra la mujer y la violencia doméstica.

  • Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2000), donde se incluyen los principios de igualdad y protección contra la violencia de género.

Internacional

  • Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW): Tratado de la ONU que obliga a los países firmantes a adoptar medidas contra la violencia de género.

  • Declaración de Beijing (1995): Plataforma de acción para promover la igualdad de género y erradicar la violencia contra las mujeres.


Con todo lo anteriormente expuesto, llegamos a una triste conclusión que,  “la violencia de género” es un desafío global que no puede ser ignorado; por lo tanto, es responsabilidad de todos promover cambios sociales que eliminen la discriminación y el abuso y siempre teniendo en cuenta que se puede conseguir a  través de la educación, las leyes efectivas y  sobre todo el apoyo a las víctimas, ya sean mujeres hombres o menores y  no con inventos trasnochados y falta de rigor legislativo como el de la  “podemita”  Irene Montero, con su famosa “Ley del solo  Si es Si”, que solo ha servido, y a los resultados me remito,  para rebajar las penas a los violadores y sobre todo, falta de  apoyos efectivos  a las víctimas.

Mis queridos amigos lectores: si algo tengo claro es que, solo podremos construir una sociedad más justa y segura, cuando nos concienciemos de verdad que, la lucha contra la “violencia de género”, no es solo tarea de quienes la padecen, sino de toda la sociedad entera.

¡Qué cosas!


Fdo:

Julio César González Padrón 

Marino Mercante y Escritor


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