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Julio C. González Padrón |
Por Julio C. González Padrón
En la mañana del lunes 21 de abril de 2025, el mundo entero se despertó con la triste noticia, de que el Papa Francisco había entregado ya su alma al Todopoderoso.
¿Pero quién era en realidad Francisco?
El Papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina y ha sido una de las figuras más influyentes de la Iglesia Católica en el siglo XXI. Su vida ha estado marcada por la sencillez, el compromiso con los más desfavorecidos y una visión reformista de la Iglesia.
Desde su infancia en una familia de inmigrantes italianos, Bergoglio que, así era su nombre de pila, mostró un gran interés por la religión y la filosofía.
Antes de ingresar en el seminario, estudió química y trabajó en el sector alimentario; sin embargo, una grave neumonía a los 21 años lo llevó a una profunda reflexión, tras la cual decidió unirse a la Compañía de Jesús y esta formación jesuita le otorgó una fuerte impronta intelectual y misionera, lo que marcaría su estilo austero y comprometido a lo largo de su vida.
Fue ordenado sacerdote en 1969 y rápidamente destacó por su humildad y capacidad de liderazgo.
Durante la dictadura militar del general Jorge Rafael Videla en Argentina, su papel fue clave en la protección de perseguidos políticos.
En 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, fue elegido Papa, convirtiéndose en el primer pontífice jesuita y latinoamericano de la historia.
A lo largo de su pontificado, Francisco ha promovido una Iglesia más inclusiva y cercana a los marginados, abogando por la justicia social, el cuidado del medio ambiente y el diálogo interreligioso.
Su segunda encíclica donde utiliza la frase inicial del Cántico de la Criaturas de San Francisco de Asís, “Laudato Si” (Laudato en italiano significa, “Alabado seas mi Señor”, que lo cantaba Francisco de Asís), sobre el cambio climático y su defensa de los migrantes, han sido algunos de sus aportes más significativos, además de impulsar reformas dentro del Vaticano, buscando siempre la mayor transparencia y renovación en la Curia romana.
Su estilo cercano, simpático y espontáneo, como buen argentino, lo convirtió rápidamente en un líder carismático; desde rechazar los lujos papales, hasta compartir momentos con jóvenes y desfavorecidos, Francisco ha demostrado que su prioridad es la humanidad antes que el protocolo. Su legado seguirá evolucionando, pero sin duda ha dejado ya una huella imborrable en la Iglesia y el mundo.
El Papa Francisco ha compartido algunos episodios clave de su infancia que marcaron su vida y su vocación.
Uno de esos los momentos más significativos fue el impacto del naufragio del transatlántico “Princesa Mafalda” en 1927; un evento que afectó profundamente a su familia.
Sus abuelos y su padre estuvieron a punto de tomar el barco, pero debido a dificultades económicas, pospusieron su viaje a Argentina. El barco terminó hundiéndose en el Atlántico, y Francisco ha mencionado que este hecho fue recurrente en las conversaciones familiares, considerándolo una señal de la Providencia.
Otro aspecto importante de su infancia fue su hogar en el barrio de Flores, Buenos Aires. Creció en una casa modesta, rodeado de una comunidad diversa, lo que le permitió desarrollar una sensibilidad especial hacia las personas más vulnerables. Desde pequeño, mostró interés por la religión y la filosofía, lo que más tarde lo llevaría a ingresar en la Compañía de Jesús.
El Papa Francisco vivió varios momentos clave en su juventud que marcaron su camino hacia el sacerdocio y su posterior liderazgo en la Iglesia Católica. Citaré algunos de los más relevantes:
La Vocación religiosa: A los 21 años, sufrió una grave neumonía que lo llevó a una profunda reflexión sobre su vida. Durante su recuperación, sintió un fuerte llamado a la vida religiosa, lo que lo llevó a ingresar a la Compañía de Jesús en 1958.
La Ordenación sacerdotal: fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, dentro de la orden jesuita, lo que le otorgó una formación intelectual y misionera distintiva.
La Dictadura en Argentina: durante la dictadura militar en los años 70, Bergoglio tuvo un papel crucial en la protección de perseguidos políticos, ayudando a muchos a escapar de la represión.
El Ascenso en la Iglesia: En 1992, fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires y en 1998 sucedió al cardenal Antonio Quarracino como arzobispo de la capital argentina.
Estos eventos fueron fundamentales en la construcción de su carácter y visión pastoral.
Es muy importante destacar el papel del Papa Francisco durante la dictadura argentina (1976-1983), del general Jorge Rafael Videla (1976-1983), ha sido objeto de debate y controversia.
En ese período, Jorge Mario Bergoglio era el provincial de la Compañía de Jesús en Argentina, lo que lo colocó en una posición clave dentro de la Iglesia.
Algunas voces lo han señalado como que no hizo lo suficiente para proteger a sacerdotes perseguidos por el régimen dictatorial del general Videla, mientras que otros defienden su labor en la protección de víctimas. Por ejemplo, se ha mencionado que ayudó a esconder a perseguidos y facilitó la salida del país de algunos de ellos, aunque su relación con la dictadura sigue siendo un tema de discusión nunca aclarado del todo.
Uno de los episodios más polémicos fue el secuestro de dos sacerdotes jesuitas, Orlando Yorio y Francisco Jalics, quienes fueron detenidos por la dictadura en 1976.
Algunos críticos han sugerido que Bergoglio no intervino lo suficiente para evitar su captura, mientras que otros sostienen que trabajó discretamente para lograr su liberación. En relación a este episodio del 2010, fue llamado a declarar en un juicio sobre crímenes de lesa humanidad, donde negó rotundamente haber colaborado con la Junta Militar.
A pesar de las acusaciones, nunca se le imputó ningún delito, y su papel sigue dividiendo opiniones; sin embargo, su compromiso con los Derechos Humanos y los más vulnerables durante su pontificado ha fortalecido su imagen como líder de la Iglesia Católica.
La mejor prueba de ello han sido las reformas que ha implantado bajo su pontificado impulsando reformas significativas, donde entre las más destacadas yo destacaría las siguientes:
La Reforma de la Curia Romana: en 2022 promulgó la constitución apostólica “Praedicate Evangelium”, que reorganizó la estructura del Vaticano para hacerlo más misionero y menos burocrático. Permitió que laicos, incluyendo mujeres, dirigieran dicasterios, algo sin precedentes.
La Transparencia financiera: creó el Consejo para la Economía y la Secretaría para la Economía en 2014, con el objetivo de supervisar y coordinar los asuntos económicos del Vaticano.
La Tolerancia cero ante abusos sexuales: endureció las normas con la publicación de “Vos estis lux mundi” en 2019, donde concreta las normas que tiene que seguir la Iglesia Católica respecto a los abusos sexuales, obligando a denunciar dichos casos y brindando protección a los denunciantes.
La Inclusión y apertura: promovió una Iglesia más cercana a los marginados, abogando por la inclusión de diversos sectores de la sociedad y dando mayor protagonismo a las iglesias locales.
Por otra parte, su enfoque reformista generó apoyos entre sectores progresistas, aunque también resistencias dentro esa “especial” jerarquía eclesiástica, que, por cierto, históricamente abunda en el Vaticano.
Si por algo a pesar de todo lo demás, pasará a la Historia con mayúscula, será por habernos dejado un legado significativo en el diálogo interreligioso, promoviendo la cooperación entre distintas tradiciones religiosas y fomentando la paz global.
Su visión inclusiva ha sido clave para fortalecer la convivencia entre credos, destacando la importancia de la fraternidad y el respeto mutuo.
Uno de sus gestos más simbólicos fue la designación de un “Rabino” como miembro titular de la Pontificia Academia para la Vida, lo que reflejó su compromiso con la integración de diversas voces religiosas en la reflexión ética y social. Además, organizó encuentros interreligiosos que reunieron a líderes de distintas confesiones para debatir sobre temas como la justicia social, la bioética y la protección del medio ambiente1.
Su liderazgo también influyó en la percepción del diálogo interreligioso como una herramienta para la reconciliación y la construcción de un futuro más justo. En sus discursos, enfatizó que la fe no debe ser utilizada para dividir, sino para unir a las personas en la búsqueda del bien común.
No podemos olvidar esa defensa que, de la vida humana que siempre hacia Francisco, desde la concepción hasta la muerte, según la tradición doctrinal cristiana, rechazando el aborto y la eutanasia.
En relación a España, parece ser que estaba en sus planes venir a Canarias, por ser un punto caliente de entrada de migrantes, como ya hiciera en su primer viaje en el 2013 a Lampedusa (Sicilia).
También llama la atención su ausencia en el V Centenario del nacimiento de la Santa Teresa de Jesús en Ávila (1515).
Sobre esa marcada ausencia, hay muchas opiniones al respecto, pero como otros tantos otros secretos que rodean a la Iglesia Católica, presumo que nunca lo sabremos… ¿O quizás algún día sí? Ahí lo dejo.
Lo cierto es que hoy nuestro Papa Francisco, comparte ya con el Señor su Gloria, y seguro que habrán hablado entre otras tantas cosas de futbol y muy especialmente de su equipo favorito, el San Lorenzo de Almagro, del que también era socio y donde lo apodaron, “la pata dura”.
Si, el futbol que era una de sus pasiones terrenales, cosa lo cual nunca ocultó y yo quiero terminar hoy este articulo con un poema personal, que le dedico a título de homenaje póstumo a este simpático “pibe” jesuita argentino, valiente, honesto y sabio, que llegó a Papa y que siempre quedará en nuestros mejores recuerdos.
CUANDO LLEGUES AL CIELO, FRANCÍSCO
Cuando llegues al Cielo, amigo Bergoglio,
no necesitarás nombrar tu certera vida,
pues ante Él se vislumbrará a ciegas,
la blanca acacia de tu despedida.
Y a pesar de que la palma de tu mano,
no la sientas ya,
tus oídos no escuchen,
y tus ojos no puedan ver.
Cuando tu cuerpo al fin junto a Él,
luzca con fuerza entre las tinieblas,
y el sudor celestial caiga limpio y difuso de la nada,
volverás a abrazarnos con tus generosas manos.
Mientras tu recuerdo para toda la humanidad, Francisco,
permanecerá anclado en el fondo de nuestros corazones.
Porque nosotros, tus amigos, lo que aquí quedamos,
jamás te olvidaremos querido “Pibe” …
descansa en paz en la gloria de Nuestro Señor…
Porque tú “pibe”, sí que has cumplido.
Fdo. Julio César González Padrón
Marino Mercante y escritor
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