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Mary Almenara
Opinión.
Cuando leo los traslados de los sacerdotes hacia otras parroquias,
observo con estupor, como a cada uno de ellos se les asigna un considerable
número de iglesias bajo su cargo.
Hace varios decenios la abundancia de seminaristas era extraordinaria,
actualmente la escasez también es extraordinaria. En la actualidad en España faltan
muchos curas, lo que hace que, sobre todo, los párrocos rurales deban hacer
muchos kilómetros en la carretera para celebrar la misa en 10 ó 15 comunidades
a su cargo.
Desgraciadamente cada vez son menos los jóvenes que eligen el camino
del sacerdocio lo que lleva a que los seminarios sean más escasos.
Particularmente pienso que la iglesia debe cambiar sus pensamientos
tan retrógrados permitiendo que los hombres casados accedan al sacerdocio, del
mismo modo que también puedan hacerlo las mujeres.
Si volvemos la vista muy atrás podemos observar que ni Jesús sumó una
mujer a los apóstoles donde solo contó con la presencia del hombre.
Con los siglos que han pasado desde aquella efemérides, va siendo hora
de que la iglesia se modernice o nos quedaremos sin sacerdotes.
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