La elección del ex ministro José Manuel Soria, por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, para representar a España en el Banco Mundial como Director Ejecutivo, con un salario de 226.000 euros anuales libres de impuestos, ha caído como una auténtica bomba postvacacional. Pero, ¿cómo es posible que justo en este momento el PP se haya atrevido a tomar esta decisión con un político que tuvo que dimitir, tras descubrirse que poseía sociedades en paraísos fiscales? ¿Se puede explicar, como afirman algunos, simplemente por la "desvergüenza" de los dirigentes del Partido Popular?
Por ARTURO INGLOTT / CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Y no es para menos. Hace apenas unos meses, el político canario se veía obligado a renunciar a todos sus cargos, después aparecer involucrado en el caso de los Papales de Panamá, por poseer sociedades mercantiles en paraísos fiscales. Aunque Soria, que anteriormente había salido indemne de un buen número de escándalos por presunta corrupción, realizó durante una semana todo tipo de esfuerzos por negar lo evidente, en esta ocasión su habitual estrategia de negar hasta lo evidente acabó volviéndose en su contra. Cada mentira, cada incongruencia del ministro iba engrosando más y más la losa que, finalmente, le obligó a presentar la dimisión y a retirarse discretamente a un segundo plano.
Se acercaba la campaña para la repetición de las elecciones generales y el PP no tenía el horno para soportar semejante bollo. Soria no tuvo más remedio que apartarse por el bien de la manada.
Pero, ¿cómo es posible que, justo en este momento, cuando Mariano Rajoyse enfrenta a una cada vez más compleja investidura, con unos socios que hacen difíciles malabarismos para apoyarles al tiempo que tratan de mantener su imagen de "luchadores contra la corrupción", el partido ultraconservador se haya atrevido a dar semejante paso? ¿Por qué recuperar al supuestamente defenestrado Soria para premiarlo con este cargo, arriesgándose a pagar un tremendo costo político?
El desconcierto por esta decisión ha sido tal, que incluso los opinadores y tertulianos más afines al Partido Popular han tenido serias dificultades para explicar lo sucedido. Los hay que, agarrándose a un clavo ardiendo, hacen suya la justificación del Ejecutivo sobre los "méritos funcionariales de José Manuel Soria". Otros, reconocen no entender la jugada y se refieren al nombramiento como un inexplicable "error" de Mariano Rajoy.
Por su parte, sus homólogos socialdemócratas en los medios, afines alPSOE, Podemos o Izquierda Unida, tampoco van mucho más allá en sus explicaciones, achacando la designación, simplemente, a la “desvergüenza” de los dirigentes del PP.
Sin embargo, el descaro del que, sin duda, hacen gala los políticos delPartido Popular, no basta para explicar una decisión que la cúpula de los conservadores sabe, con certeza, que puede perjudicar muy gravemente sus posibilidades de conformar un nuevo gobierno. Los dirigentes del PP pueden ser sinvergüenzas, pero desde luego no son estúpidos.
Sin tener acceso a las informaciones privilegiadas que, en este caso, se mantienen en las altas esferas, no resulta posible aventurar hipótesis fundadas sobre cuál puede haber sido el desarrollo de los acontecimientos entre bambalinas, para llegar a la “colocación” de José Manuel Soria en la institución financiera internacional.
JOSÉ MANUEL SORIA: EL HOMBRE DE LAS MULTINACIONALES ESPAÑOLAS
Sin embargo, sí conviene introducir entre los factores de lo que, por el momento es una incompleta ecuación, un elemento esencial, y sorprendentemente olvidado en todos los análisis periodísticos que se han realizado sobre el nombramiento.
Durante todo su mandato como ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria hizo de todo menos perder el tiempo. Al frente de un“superministerio” esencial para el diseño de las políticas económicas del Estado, Soria se convirtió en el principal ejecutivo y representante, a nivel nacional e Internacional, de las multinacionales españolas.
Y, particularmente, de las poderosas empresas del sector de la Energíacomo Repsol, cuyos intereses no dudó un solo segundo en poner por delante del propio futuro del Archipiélago canario. El papel que a Soria le tocaba jugar en el Ministerio quedó también claramente expresado en el conflicto entre Repsol y el gobierno argentino. En abril del 2012, el Ejecutivo de ese país tomó la decisión de nacionalizar la empresa YPF, una filial de la multinacional Repsol. Frente a esa situación, el Gobierno español, con el ministro Soria a la cabeza, asumió como suya la defensa de los intereses de la multinacional. En aquella época, el accionariado de la empresa no era ni siquiera mayoritariamente español. No obstante, Soria y su ministerio enarbolaron el discurso de la defensa de "nuestras empresas" y de los"intereses patrios".
También se manifestó de forma significativa el "activismo" de Soria a favor de las eléctricas en el decreto aprobado en octubre de 2015, conocido como fue conocido como "impuesto al sol". Con él, el ministro pretendió gravar impositivamente la instalación y utilización de placas solares por parte de particulares, que se autoabastecían de energía prescindiendo de las redes de suministro en manos de Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa.
Estos datos de la biográfica política de Soria resultan fundamentales para entender su privilegiada situación actual.
Las conocidas "puertas giratorias", mediante las cuales se pasa de realizar estos trabajos como cargos públicos a otros oficialmente privados, para los mismos intereses, no son solo el resultado del pago de los favores prestados. Aunque dichos pagos, desde luego, se producen, lo cierto es que años de desempeño en actividades como las que efectuó Soria al frente de suSuperministerio, como representante político del gran capital español, dan como resultado una cualificación particular para posteriores desempeños.
Permiten, entre otras cosas, formar una red de relaciones internacionales, contactos y "amistades" en las más altas esferas que, para la defensa de esos mismos intereses, constituye, en sí misma, un gran “capital”. Facilitan así entrar a formar parte de una elite de “ejecutivos” que, sin ser, por supuesto, los dueños del Casino Mundial, sí les resultan a estos de gran utilidad para su gestión.
Esta es la posición que durante años se ha ido labrando, pacientemente,José Manuel Soria, del mismo modo que antes comenzó a preparar su futuro, ejerciendo como conseguidor de los intereses de la burguesía canaria en la capital del Reino.
De ahí provienen los poderosísimos apoyos que permiten entender por qué, pese a las inconveniencias que ello supone a nivel interno para el Partido Popular, Soria continúa estando hoy en disposición de recoger el “fruto de sus esfuerzos”.
Y, dado que el Banco Mundial y el FMI son, justamente, las dos instituciones internacionales donde se establece la regulación financiera más apropiada para sostener la explotación del gran capital a nivel mundial, el destino elegido para el político canario tampoco de resultar “natural”.
fuente : http://canarias-semanal.org/not/18950/-quien-ha-colocado-realmente-a-jose-manuel-soria-en-el-banco-mundial-/
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