Artículo de opinión
La cocina es un lugar donde se desempeña una profesión hermosa y gratificante. Es un campo de batalla y de miles de historias y vivencias.
Sin embargo, el que está fuera no ve la realidad de una profesión hermosa y, a la vez, maltratada. La cocina es el centro neurálgico de todo negocio, donde el punto clave es la comida.
Lo cual no quiere decir que la labor del camarero no sea importante. Pero, cierto es que aún no he visto a nadie que vaya a un restaurante, pizzería o cafetería a visitar a los camareros.
Principalmente van a comer. ¿Con esto quiero advertir? Que no se está desprestigiando a ninguno de los empleados en la rama de la hostelería.
Hace 35 años, cuando comencé en esta profesión, todo era diferente. He ido subiendo escalones a escalones, aprendiendo continuamente.
Hoy en día, esta profesión no recibe el valor que tiene en empresas explotadoras donde los empleados y empresarios no pueden tener una confianza total debido a la falta de lealtad y ética de algunos empresarios.
Es necesario hablar de las condiciones laborales y del incumplimiento de los derechos de los trabajadores. En la hostelería, se supone que se tienen dos días libres si se trabaja fines de semana y festivos, pero pocas empresas cumplen con esto. (Salvo hoteles que hasta el día de hoy no me han tocado) Además, hay horas de más impagadas y horarios bestiales donde la plantilla es de solo dos o tres personas en la cocina. Si alguien se va de vacaciones o se enferma, los demás tienen que soportar horarios agotadores y muy duros durante mucho tiempo.
Estas horas son impagadas y representan una injusticia para los trabajadores.
La patronal obliga a presentar a la inspección de trabajo una hoja de horarios y días libres falseada por obligación de la empresa es esto o te echan sin pudor alguno con contratos de 4 o 5 horas y desempeñando hasta 10 u 11 horas incluso más.
Muchos empleados no tienen otra salida para llevar un plato de comida hasta su casa y de eso se jactan los empresarios, llegando a escuchar de la propia voz de algunos, "quiero empleados enterrados en deudas", etc. tal cual suena.
Lo sé, algún lector ahora mismo se preguntará ¿y por qué no denuncian? Pero hay que estar en la piel del necesitado y más cuando el trabajo escasea o es un trabajo de sustitución o de horas, no se ven con ganas de librar una batalla y volver a otro puesto igual o peor.
He leído en redes sociales y en noticias que se acortará el horario laboral y que se controlarán las horas de más. Espero que lo preparen bien porque siempre hay quien agudiza su ingenio para falsear a su favor y robar y esquilmar al trabajador de la hostelería.
Sin más preámbulo y sin afectar a nadie la realidad es esta, pero que conste si se quiere trabajar lo que no se quiere es ser explotado y asaltado sin pudor.
Joaquín Santana
RedactorTH
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