POR SIEMPRE MADRE.

 

  Madre,  cuanto encierran estas cinco letras, ¡madre! La que ama sin condiciones, la que entrega su  vida por un hijo que aún no ha visto.

Madre, la fiel compañera confidente y amiga la que en la noche vela el sueño del recién nacido y continúa protegiendo cuando el hijo ha crecido.

Madre, tu sola presencia calma mi dolor, alivia mis penas con una sonrisa cuando los problemas me ahogan enjugando mis lágrimas con besos llenos de amor.

Madre, la que nunca descansa, la que no pide pero lo da todo, la que no baja la guardia cuando ve a un hijo sumido en el dolor.

Madre, psicóloga, enfermera, confidente y confesora, amiga, hermana, la mujer fuerte que antepone el dolor del hijo ante su propio dolor.

María Sánchez