(Los firma con su conocido seudónimo literario... ¡QUÉ COSAS!)
EL POZO DE AMOR
Aquel día de agotador y caluroso verano,
por el angosto sendero caminaba.
Estaba tan sediento que hasta deliraba
por el calor que desprendía el brillante Sol.
Te buscaba para intentar sofocar la sed
que solo yo no podía calmar.
Por dentro agua me pedía el alma,
agua del espíritu, agua de tu corazón.
Solo aspiraba a beber un poco del líquido,
de ese tu divino amor.
Impaciente deseaba contigo poder compartir
mi cariño junto a aquel diamante de la constelación,
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