A los jubilados no les
frenó la lluvia. Los mismos que lucharon por la democracia en la
Transición salieron a la calle para defender su derecho a unas pensiones dignas, ante la incapacidad de unos políticos que solo han sabido hasta ahora sumarse a su pancarta.
La manifestación de Madrid fue liderada por la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP). A estas protestas se unieron por la mañana a partir de las 11.00 horas los sindicatos CCOO y UGT,
junto con otros movimientos ciudadanos como el feminista o el contrario
a los recortes. En Madrid hubo una segunda convocatoria por la tarde de
la Coordinadora Estatal en Defensa de las Pensiones, a la que también
se sumaron estas organizaciones sindicales.
"Ni el agua ni el viento detienen el movimiento", "No quedan pensiones para jubilados, pero cómo gastan en los despachos del Estado" o "Más pensiones y menos ladrones" fueron algunos de los lemas más coreados en cada una de ellas.
El clamor y la petición, eso sí, fue unánime: blinden las pensiones en la Constitución para prohibir expresamente su privatización o su pérdida poder adquisitivo. En el manifiesto de la mañana rostros tan conocidos como el de Ana Belén o Miguel Ríos pusieron voz al clamor de los mayores.
Los políticos, mientras tanto, a falta de llegar a un acuerdo en el Pacto de Toledo (en Barcelona pidieron acabar con él) sí que se sumaron a la pancarta. Al menos la oposición, porque Rajoy desde
Andalucía dijo lo contrario de lo que decía desde la oposición
(entonces prometía subirlas conforme al IPC), y solo supo deslizar que subiría las pensiones todo
lo que fuera posible con una advertencia: que los jubilados no se
dejaran engañar con promesas que no se pueden cumplir... y que
gobernando él nunca faltarían pensiones.
Pero la gente, no como los políticos, tiene memoria. Lo dejó claro el secretario general de USO, Joaquín Pérez da Silva, al señalar como culpables de la situación actual no solo la reforma del PP de 2013, sino también la de 2011
que llevó a cabo el Gobierno socialista con el acuerdo de los agentes
sociales (CEOE, CCOO y UGT). Cada uno, pues, con su guerra y con su
mochila a cuestas. Sánchez acusó al Gobierno de destruir las pensiones, sin acordarse de que él votó congelarlas, Podemos dijo que se reían de los jubilados, Rivera culpó al PPSOE y Garzón
aprovechó el día para convertir su protesta por la ley mordaza, en
trending topic, justo cuando el único mensaje debía ser el de los
jubilados.
Manifestaciones en toda España
Las manifestaciones no solo tuvieron lugar en Madrid, aunque la Puerta del Sol
tuviera un ajetreo constante. En Barcelona, miles de personas salieron a
la calle, acompañados por líderes políticos como el de En Comú-Podem,
Xavier Domènech, o el del PSC, Miquel Iceta, en una marcha en la
que algunos manifestantes quemaron las cartas recibidas por el
Ministerio de Empleo en las que se les anunciaba la subida del 0,25 % de
las pensiones de 2018. No faltó el abucheo independentista a los
socialistas. Por no faltar, no lo hizo por la tarde otra manifestación
en favor de la inmersión linguística, mientras en Madrid se apoyaba en otra concentración más modesta la libertad de los presos políticos.
En Vitoria también
tuvo lugar una manifestación multitudinaria convocada por las
organizaciones "Arabako Pentsionistak Lanean" y "Por una vida digna".
Durante el recorrido una veintena de jóvenes desplegaron una pancarta
con la frase "Sois ejemplo de lucha" y aplaudieron a los
manifestantes. Bilbao y San Sebastián también se manifestaron por la
tarde y decenas de miles lo hicieron en Andalucía, Canarias o Castilla
León.
En Galicia, varios
miles de personas salieron a las calles, sobre todo en Santiago, A
Coruña y Vigo, al igual que en Gijón, Santander, Zaragoza, Toledo, Palma
de Mallorca, Alicante, Castellón, Murcia, Mérida, Badajoz y Cáceres,
ciudad esta última donde los paraguas acompañaron a globos y pancartas
con lemas como "Rajoy ladrón devuélveme la pensión" o "No es país ni para viejos".
En Valencia, se pospuso la movilización al día 22 con motivo de las
fiestas falleras. También pospusieron la suya Sociedad Civil Catalana.
Un día, el de los abuelos, en el que no faltó, pues, de nada. Y en el
que los pensionistas recordaron que ellos, vitales en la construcción de este país tal
y como lo conocemos hoy, también sostienen a muchas familias en medio
de la crisis para que tengan un futuro. Y lucharán por lo que es suyo,
están acostumbrados. Acabaron a las puertas del Congreso recordando una vez más que no piden nada, que se lo deben. Nadie podrá apropiarse, aunque lo intente, de su causa. Justa.
fuente: https://www.lainformacion.com/espana/la-lluvia-no-amilana-a-los-jubilados-que-salen-a-la-calle-para-defender-su-pension/6344361
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