El popular Chito Lavía se ha beneficiado de los atenuantes de reparación del daño y confesión.
Rafael Lavía, popularmente conocido en Pontevedra como Chito Lavía, se acaba de declarar culpable de dos delitos de abusos sexuales de los que fueron víctimas dos hermanos de nacionalidad rumana. De este modo, el exentrenador de fútbol base ha aceptado cuatro años de prisión por el cargo referido al niño que tenía menos de 13 años y dos años por el relativo al que era mayor de esa edad.
Tal y como acaba de reseñar el representante del ministerio público, Chito Lavía se ha beneficiado de la aplicación de dos atenuantes, la de reparación del daño y la de confesión. De hecho, tal y como adelantó La Voz en su día, el acusado reconoció los hechos que motivaron que se sentará en el banquillo de los acusados desde el mismo momento en que fue arrestado por la Policía Nacional el pasado agosto.
La detención
Su detención se produjo en agosto del 2013 y fue consecuencia de una llamada anónima que condujo a los agentes de la Comisaría hasta un trastero de un céntrico edificio de la calle Santa Clara. Allí, según reconoció en su día el fiscal, fue localizado Chito Lavía en compañía de uno de los hermanos, sin que hubieran trascendido las circunstancias en las que se encontraban. A este respecto, desde el TSXG precisaron hace escasas jornadas que se le acusaba de «haber abusado de dos niños a los que llevó a su casa con el pretexto de enseñarles objetos relacionados con el fútbol».
Los cierto es que la noticia causó conmoción en el fútbol base pontevedrés, toda vez que el nombre de Chito Lavía estuvo asociado a multitud de clubes de la comarca. Aunque a sus 70 años, ya no ejercía de entrenador y trabajaba en una céntrica sastrería, algunos de sus antiguos pupilos mostraron entonces una total incredulidad al conocer los hechos con los que se le relacionaba.
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