La participación de España en la Guerra de Afganistán ha llegado a su final. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, preside este miércoles el acto de cesión de la base española en el país a las autoridades afganas, gesto que supone el último capítulo del repliegue de las tropas españolas en la provincia de Badghis, iniciado el año pasado. A partir de la semana que viene, España ya tendrá sólo un pequeño contingente en el aeropuerto de Herat, dedicado fundamentalmente a labores logísticas y sin ninguna tarea de combate.
La Base Ruy González de Clavijo ha sido durante los últimos años el epicentro de la misión en Afganistán y el símbolo de la presencia española en el país. Situada en Qala-e-Now, capital de la provincia de Badghis, desde aquí se ha coordinado la participación más importante en el conflicto: controlar primero la seguridad en la ciudad y sus alrededores, e intentar extenderla después al resto de la provincia a través de la construcción de dos nuevas carreteras y sucesivos puestos avanzados de vigilancia y combate.
Una y otra tarea, que se han realizado de forma paralela, son las que llevaron a España a participar en primera línea en la Guerra de Afganistán. Cada paso que se daba en la construcción de las carreteras, cada nuevo puesto avanzado que se construía y cada nuevo soldado afgano que se entrenaba, era respondido por los talibán y otros grupos armados. Con tiros y con bombas, que han sido el día a día que han tenido que afrontar las tropas desde hace más de un lustro.
Ahora, todo esto ha pasado a la Historia. Dada por concluida la misión de forma satisfactoria, en 2012 se inició el repliegue de todo el contingente internacional, que se ha acelerado durante este año, adelantándose a los plazos marcados inicialmente.
En el caso español, hace meses que ya se dejaron de realizar las labores más peligrosas en primera línea de combate y las tropas han estado concentradas en el repliegue, que de por sí era muy peligroso, al tener que atravesar los sucesivos convoyes una ruta muy conflictiva desde Qala-e-Now hasta la vecina Herat.
En el aeropuerto de esta ciudad quedará ahora el pequeño contingente que va a dejar España en el país, ya alejado de las tareas de combate. En principio, estos soldados permanecerán hasta diciembre de 2014, en espera de que los aliados decidan cuál será su colaboración con Afganistán en el futuro.
El acto de este miércoles es, por tanto, prácticamente el punto final de una misión internacional que se remonta a enero de 2002, hace más de 11 años. En este tiempo, más de 20.000 soldados españoles han pasado por Afganistán, 100 de ellos han perdido su vida, varias decenas más han sido heridos de gravedad y España se ha gastado 3.500 millones de euros en el conflicto, entre lo que ha costado el despliegue militar y lo que se ha invertido en proyectos de desarrollo y ayuda humanitaria.
fuente :http://www.elmundo.es
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