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Los camareros hablan
Hace muchos años que sucedió está anécdota, me acuerdo en que restaurante sucedió, me
acuerdo muy bien de lo sucedido, Pepe el
gordo, es un camarero, que para caminar una pierna le pedía permiso a la otra,
un día se le rompe los zapatos del trabajo en plena faena, ya llevaba bastante
tiempo de servicio, a un extremo del restaurante, Julio el camarero compañero
de Pepe el gordo estaba repasando los
cubiertos, Pepe decide salir y comprar
unos zapatos para seguir su servicio, los compra y cuando llega al
restaurante, los coloca al lado donde Julio está repasando los cubiertos, ósea,
que Pepe tuvo que ir algún sitio de peletería que estaba cerca del restaurante,
puesto que volvió en menos de 15 minutos, los zapatos nuevos y los cubiertos
estaban juntos, a Pepe el gordo, no se le ocurre otra idea que quitarse los
zapatos en pleno comedor y ponerse los
nuevos, los viejos zapatos fueron a parar al contenedor de basura de la barra,
y los nuevos a hacer kilómetros, lo curioso de esta historia es que, Pepe el
gordo, empezó a trabajar sin lavarse las manos, después de haberse quitado los
zapatos viejos y oliendo a sudor siguió trabajando, a servir bocatas y sándwich..
EN UN RESTAURANTE NO SOLO TE VIGILA LAS CAMARAS, TAMBIEN TE
VIGILA LOS CLIENTES.
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