Director: Juan Carlos Melian Naranjo. contacto: teldehabla@gmail.com

miércoles, 10 de abril de 2024

100 AÑOS DEL NACIMIENTO DE ESE ICONO LLAMADO MARLON BRANDO

 


Lo primero, declarar mi devoción. Ese actor que no necesitaba de gestos

espectaculares para transmitir un amplio repertorio de sensaciones. Desde el más guapo y

gentil hasta el más matón del barrio. Y todo, con esa cara de galán malote. Esta semana, aquel

adolescente rebelde que fue expulsado de varios colegios hubiera cumplido 100 años. Hace ya

10 que nos dejó de una fibrosis pulmonar.

Nacido en Omaha (Nebraska), hijo de un productor

de cine y una actriz, se fue a Nueva York donde cursó estudios en The New School.

Posteriormente, fue alumno del prestigioso Actor’s Studio donde se impartían las enseñanzas

del «Método Stanislavsky» en el que se provoca que el intérprete tenga que sentir las mismas

emociones que las que tiene que vivir el personaje para transmitirlas eficazmente.

Su primer reconocimiento como actor de teatro le llegó con la obra “Un tranvía

llamado deseo” de Tennessee Williams, dirigida por Elia Kazan, fundador del Actor’s Studio.

Para prepararse el papel de su primera película, pasó un mes en el hospital militar, sintiendo

las sensaciones de un herido de guerra paralizado de cintura para abajo. La película, “The

men”, impresionó y un año después participó en la versión cinematográfica de la obra de

Williams, que le valió la primera nominación al Óscar. En total, 8 nominaciones, de las que

logró llevarse la estatuilla en dos ocasiones: por “La ley del silencio” (Elia Kazan, 1954) y “El

Padrino” (Francis Ford Coppola, 1972) que no fue a recoger a la ceremonia, enviando en su

lugar, a la actriz india Sacheen Littlefeather para protestar por el trato que los nativos

americanos recibían en las películas. También, que todo hay que decirlo, obtuvo el Razzie (los

antioscars que premia a las peores actuaciones del año) por “La isla del Dr. Moreau” (John

Frankenheimer y Richard Stanley, 1996). En 1961 se atrevió con la dirección. Su única película,

“El rostro impenetrable”, obtuvo la Concha de Oro del Festival de San Sebastián. En los años

60, trabajó con innumerables directores como Sidney Lumet, Arthur Penn o el mismísimo

Charles Chaplin; en películas de baja calidad artística, hasta la llegada de “El Padrino” a

principios de los 70.

Su tendencia al sobrepeso le fue llevando a realizar papeles de personajes de más

edad. Recuerden los 40 kg. de más con los que se presentó al rodaje de “Apocalypse Now”

(Francis Ford Coppola, 1979). Ello, unido a sus adicciones, salidas de tono y sus

improvisaciones fruto de la falta de aprenderse los textos, crearon un mito y un personaje al

que podrías idolatrar y odiar en un mismo día de rodaje.

Como homenaje a uno de los que más he admirado, y lo sigo haciendo, pondré mi

selección de sus mejores «pelis»: No pudiendo dejar de nombrar las obras de arte “El padrino”

y “Apocalypse Now”, para mí, la mejor sería “La ley del Silencio”, me encanta ese papel de

matón de puerto; también destacaría “Rebelión a bordo”, dando vida al disciplinado capitán y

sus férreos métodos para dirigir su barco; “la jauría humana”, haciendo de sheriff intentando

impedir un linchamiento público; “La Condesa de Hong Kong”, haciendo del adinerado

americano seducido por la condesa rusa; el Torquemada que hace en “Cristóbal Colón: El

descubrimiento” y, para acabar, la joya “Don Juan DeMarco” haciendo del psiquiatra de su

gran amigo Johnnie Deep.

De su vida personal, su trastorno bipolar, sus tres matrimonios más su convivencia con

Irene Papas, sus once hijos y su declarada bisexualidad, lo dejo para otro tipo de revistas.

Más noticias en: https://luisalbertoserrano.wordpress.com/finde-nius-3


Escúchalo en el podcast: https://open.spotify.com/episode/5KBVrc6ETShjd4TLkcPv6B

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