POR QUÉ LLORO
Como un jardín de flores marchitas,
que un día lo fueron todo luz, aroma y color.
Las misma que aunque yertas,
no desprenden ya sus exóticos perfumes.
Y hasta sin querer, desanima el alma
de este humilde poeta del amor.
Arpa que con tus notas suaves
me hiciste las noches cortas,
mientras esperaba el nuevo amanecer.
Muéstrame de nuevo tu inquebrantable Sol naciente,
en sus primeras horas de colorida y variada luz.
Lloro de pena porque no veo jardines de mil colores,
ni arrulladoras aguas regando los altos montes,
cual eterna juventud antaño poseyeran.
Lloro porque no escucho las canciones de dulces sones
que me traigan felices sueños como ayer.
Lloro porque en mi alma habitan ahora
las sombras negras, vacías y tristes de
un poema de desamor.
Y así, florece en mi amargo llanto sereno,
recuerdos extraños que no puedo entender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario