Alcasser, la explotación del dolor

 Marisol Ayala
“El caso Alcasser”, en Netflix desde hace unas semanas, relata el asesinato de tres adolescentes y deja al descubierto quien abrió en España la puerta a las dinámicas periodísticas que se vivieron en los años 90 y que fueron referente para la telebasura que ha germinado desde entonces.

Recuperando aquel espanto, el descarnado asalto a familiares y vecinos en la plaza pública fue un horror al que nadie puso freno. Las cadenas privadas acababan de nacer en España y el miedo por el triple crimen se apoderó de toda sociedad. Las grandes cadenas se dieron cuenta de lo rentable que resulta exprimir las intimidades de los demás. La explotación del sufrimiento se disfrazó de solidaridad con las familias. “Esos programas transforman, desde su base, un caso de violencia sexual en una teleserie que trivializa y convierte la violencia sexista en un producto de consumo”, escribe Nerea Barjola.
En las mismas semanas en las que en España se alcanzaba la víctima número 1000 por violencia de género desde 2003, cuando empezó a contabilizarse oficialmente, ‘El caso Alcasser’ aterriza en Netflix. Muchos en 1992, cuando se produjo el crimen que narra la serie no entendieron el asesinato de las tres niñas Miriam, Desirée y Toñi como un caso de violencia contra las mujeres. El suyo se convirtió en el primer caso mediático español y el primero en el que se dieron cita la tragedia con la telebasura, la explotación del dolor y la vulneración de cualquier ética periodística. Todo se olvidó en favor de los índices de audiencia, esta vez, en ‘prime time’.
El negocio. Desde el minuto uno del caso Alcasser se declaró una guerra abierta en los medios de comunicación para conseguir los mejores datos de audiencia a costa del dolor de los familiares. Estos, agradecidos por la visibilidad que los medios les daban, se prestaron a toda clase de indecencias televisivas.
La explotación del dolor alcanzó límites desconocidos.
fuente.  https://marisolayalablog.wordpress.com/