Recientemente -escribe José Manzaneda - el diario madrileño “El País”
publicaba un completo fotorreportaje titulado “Así es patinar en Cuba,
donde el skate está perseguido”. En él leíamos inventos tan absurdos
como que “se trata de un deporte considerado antirrevolucionario, porque
el material que les llega es de EEUU” (...).
Por JOSÉ MANZANEDA, COORDINADOR DE CUBAINFORMACIÓN.-
El tono de la película es respetuoso hacia Cuba. E
introduce una referencia imprescindible para comprender muchas de las
limitaciones materiales a las que se enfrentan estos deportistas en la
Isla: el bloqueo de EEUU. “Quedan países que tienen
dificultades para integrarse en esta enorme comunidad (de longboard). Y
uno de ellos es Cuba, un país con un bloqueo económico que impide, entre
otras cosas, la importación de material de skate y longboard”, explica el narrador.
La película refleja también los valores solidarios de los patinadores cubanos, que difícilmente se encontrarían, de manera tan natural, en otros países: “Nosotros,
la comunidad de longboard, somos más que una familia (…) Siempre hemos
intentado que todos, en alguna medida, de una forma u otra, tengamos
casi lo mismo”, decía un patinador llamado Carlos Manuel, que pedía que
“lo que tengamos de sobra (patines, piezas) vamos a dárselo al que está
al lado”. Otro joven cubano, llamado Javier, añadía: “Cada cual
se ayuda en lo que puede, si tiene una pieza de sobra a quien le haga
falta se la dona, hay una mezcla buena de amistad”.
Pero un bello y respetuoso documental siempre puede ser deformado con
fines comerciales. Así, en su promoción, el productor de la película
mentía con absoluto descaro y aseguraba que en Cuba “el skateboarding
sigue siendo una actividad prohibida” (2). “Es un lugar donde nuestra pasión es una prohibición”, leíamos en varias webs especializadas (3).
Este señuelo promocional era rápidamente recogido por los medios. El
diario madrileño “El País” publicaba un completo fotorreportaje
titulado “Así es patinar en Cuba, donde el skate está perseguido” (4). En él leíamos inventos tan absurdos como que “se trata de un deporte considerado antirrevolucionario, porque el material que les llega es de EEUU”.
Curiosa “actividad prohibida” que, tal y como se ve en la película, es
practicada, con absoluta libertad, en todos los rincones del país, y que en sus escenarios más céntricos, como el Paseo del Prado de La Habana, llega a concentrar a más de un centenar de jóvenes.
Y es que el
skate ya ha pasado a la larga lista de actividades “perseguidas” en
Cuba: como el rock, a pesar de que cada año se celebran 13 festivales en
la Isla (5); como la homosexualidad, aunque contra la homofobia haya campañas oficiales por televisión y programas en las escuelas (6); o como la religión, a pesar de que haya, en todo el país, 600 templos católicos y 900 protestantes (7).
Y es que sobre Cuba, ya saben: olviden la realidad y abran el periódico.
fuente: http://canarias-semanal.org/not/22076/el-skate-entra-en-la-lista-de-actividades-prohibidas-en-cuba-video-/
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