Volver al campo, sería algo que se haría con gran
alegría. Triste está el campesino en el campo, sin trabajo y en vilo, y sin
saber qué hacer. Buscan trabajo los campesinos, y lo tienen en el campo, ero no
se lo dan. El campo se vacía. Algunos se suicidan. Otros se aferran al campo,
sin nada. Otros quieren salir, y no saben a dónde ir; no saben idiomas. No
saben nada. Y no se retorna al campo (no te dejan). Y pensar que en el campo,
sobra trabajo (pero no te dejan trabajar en él). A pesar de la crisis, obligan
a la gente del campo a abandonarlo. Cáritas ya no da, ni tiene para tantos y
cada vez toca a menos, porque cada día son más. Y el campo vetado, vigilado,
controlado. Hay que regresar al campo, y no hay otra (tarde o temprano). No hay
trabajo, y el campo lo tiene por explotar. Es de justicia. Antes, se sembraba
de todo; ahora, nada. Aumenta la pobreza. Hay que retornar al campo (se vive en
el campo, pero no del campo). En el campo hay trabajo, y en el campo no se
encuentra trabajo (está prohibido por el cabildo trabajar en el campo). La
tierra está abandonada (por tenerla protegida el miedoambiente). Se está
produciendo un éxodo masivo del campo, imparable. Deciden irse a vivir lejos
del campo, donde no se les permite desarrollar actividad propia alguna. Se
marchan. Se van. Y sin embargo, regresarían si los dejaran trabajar. Ese es el
gran dilema y contradicción.
El Padre Báez.
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