ARMAR EL BELÉN

 

BELÉN SAN GREGORIO 2022

Este artículo lo dedico a José Sánchez Rodríguez  y a Manuel Sánchez Sánchez dos grandes belenistas de la ciudad de Telde.

Llegadas las fiestas Navideñas, toca sacar las cajas del fondo de los armarios para disponernos a la faena de armar el Belén, nacimiento, o portal, nombre por los que también se conoce.

Como cada año nos topamos con la desagradable sorpresa de encontrar  una ovejita a la que le falta una oreja o que al pastor se le ha roto el cayado.

Pero, nada de esto nos amilana y continuamos colocando en fila  todas las figuras que durante muchas Navidades han sido y serán las protagonistas de nuestro Belén. Con paciencia infinita nos dedicamos colocar; casas, molinos y lavanderas, sin olvidarnos de instalar a seis patos en un hermoso rio de platina que brilla con todo su esplendor.

Lo peor llega a la hora de desenredar la interminable guirnalda de bombillas que, por muy bien que se guardaran, ellas siempre se empeñan en hacer lo que les da la gana.

Con la idea, más o menos clara, del o la belenista se comienza a dar forma y a ordenar cada figura. Mientras, los pequeños de la casa se pelean por situar a los cochinos con las cabras y viceversa.

Más o menos estas escenas se reproducen en aquellos hogares donde se sigue la tradición de armar el Belén.

Pero, como todo, esta tradición tiene un comienzo que nos viene desde muchos siglos atrás.  A partir del siglo XIV  unos monjes franciscanos fueron los que divulgaron la costumbre de  instalar en las iglesias  una representación  del nacimiento de Cristo durante las fiestas Navideñas.

Los nobles llevaron esta costumbre a sus palacios donde hacían montar un Belén en alguno de sus salones, costumbre que se fue extendiendo entre toda la población hasta llegar a ser una tradición en todos los hogares católicos y cristianos.

Por último les comento que fue en 1967 cuando se construyó el primer Belén en la plaza de San Gregorio (Telde) de la mano de José Sánchez.

Mary Almenara.