La
red ahora desarticulada, perfectamente jerarquizada y dirigida desde
Polonia, contaba en Granada con numerosos miembros, cada uno de ellos
con su cometido específico. Un grupo abastecía regularmente de marihuana
a la organización; otro se encargaba de la recogida de la marihuana
cosechada para su traslado; un escalón dedicado a la recepción,
envasado, almacenaje y custodia de la sustancia. Además contaba con otra
rama dedicada al transporte y relaciones internacionales que se
encargaba de transmitir las ordenes de la jefatura de la organización;
todo ello constituyendo un entramado eficaz de alta capacidad delictiva.
Siempre
actuaban de la misma manera. La marihuana la cultivaban y recolectaban
en distintas plantaciones de la provincia de Granada que distintos
intermediarios la almacenaban para posteriormente dársela a la
organización. Cuando se disponía de una gran cantidad de marihuana, era
envasada, cargada en camiones de gran tonelaje dotados de sofisticados
dobles fondos y transportada hasta el país de destino. La marihuana
debía pasar un control de calidad antes del envío, tarea que realizaba
uno de los dirigentes de la rama internacional.
Una
de las personas fuertes de la organización, disponía de una finca
rotulada en la entrada con el nombre “Hacienda Nápoles”. Se podía ver
una avioneta real sobre la puerta de acceso a la misma, semejante a la
que tenía el narcotraficante Pablo Escobar en su finca colombiana. El
interior del recinto estaba decorado con fotografías de varios miembros
de la esta organización delictiva haciendo ostentación de armas y
grandes cantidades dinero. Este inmueble era utilizado para hacer
ostentación del poder de la red y era utilizada para cerrar
transacciones de droga y realizar celebraciones.
Era
especialmente significativo el tren de vida y ostentación que tenía la
estructura internacional polaca cuando llegaba a territorio nacional.
Celebraciones en los mejores restaurantes, alojamientos en hoteles de
lujo, así como fiestas con los dirigentes nacionales. Las visitas de los
dirigentes eran muy frecuentes con el fin de controlar y supervisiar
las actividades de sus terratenientes en la zona.
Intervenidos dos transportes de droga en camiones semirrígidos
La
explotación de la operación se desarrolló en tres fases, iniciándose la
primera en octubre de 2019. En ella se practicaron 24 registros
domiciliarios en distintas localidades de la provincia de Granada, en
los que se intervinieron dos transportes de droga de alta capacidad en
camiones semirrígidos, ocultos entre la carga legal; más de media
tonelada de cogollos de marihuana ya recolectados y envasados; 2.690
plantas de cannabis sativa; 187.440 euros en efectivo y 2 pistolas.
Además se detuvo a 75 personas, de nacionalidades española y polaca.
Blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico
Los
investigadores consiguieron numerosa documentación y pruebas que
relacionaban a la organización desmantelada con actuaciones de blanqueo
de capitales procedentes de su actividad delictiva. Por ello se han
bloqueado varias cuentas bancarias con más de 370.000 euros y se
embargaron de forma preventiva un total de 36 inmuebles, así como en
torno a medio centenar de vehículos, relacionados con miembros del
grupo. Estos bienes muebles e inmuebles están valorados en más de 8
millones de euros.
La
operación, coordinada por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Santa Fe
(Granada), ha sido llevada a cabo por agentes pertenecientes al Equipo
de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil de
Granada, que han contado con la colaboración de agentes de la Unidad de
Delincuencia Organizada de la Comandancia Regional de Wroclaw de la
Oficina Central de Investigación de la Policía de Polonia.
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