Con total impunidad un grupo paramilitar conocido con el nombre de
"Águilas Negras" hizo pública sus amenazas de muerte contra senadores de
izquierda y lideres de movimientos sociales. La denuncia fue dada a
conocer por los propios amenazados, entre los que se encontraban los
senadores de izquierda Iván Cepeda y Aida Avella, así como ex candidata a
la Vicepresidencia colombian
Por FERMÍN DOMÍNGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL
De acuerdo con la denuncia formulada por los afectados, las amenazas
fueron dadas a conocer a través de un panfleto difundido por el citado
grupo paramilitar, en el que se acusa a los amenazados de tratar de 'desestabilizar al país e intentar hacerse con su control".
En la nota del grupo criminal la amenaza es explícita y directa:
"Organizaciones y líderes desaparecerán, pues nuestro país no puede ser
la cuna de izquierdosos, guerrilleros, milicianos, cuentistas de
anticorrupción, camuflados de supuestos líderes sociales y defensores,
por ellos hemos iniciado esta lucha de exterminio en todo el territorio
colombiano".
Fue el propio senador Iván Cepeda quien, a través de su cuenta de Twitter, publicó una fotografía del panfleto con el siguiente texto:
"La amenaza de hoy, en la que estamos incluidos congresistas de la oposición, defensores de derechos humanos, organizaciones de mujeres y periodistas".
De acuerdo con una nota publicada por el digital Sputnik News, Aida Avella, miembro del partido Unión Patriótica, movimiento
político que sufrió los letales efectos del paramilitarismo durante la
década de los 80, llamó al nuevo mandatario colombiano, Iván Duque, a una entrevista para tratar la peligrosa situación de reactivación paramilitar.
"Señor presidente Iván Duque,
llegó esta amenaza en contra de parlamentarios, defensores de derechos
humanos, periodistas y a mí; en la amenaza está el dirigente César Plata, de la UP y ya atentaron contra él; presidente recíbanos urgente", solicitó Avella a través de las redes sociales.
La violencia paramilitar en Colombia se ha cobrado la vida de 343 líderes sociales en el último año y medio. En ese período han sido asesinados ex miembros de las FARC
que se habían incorporado a la legalidad, así como familiares de los
mismos guerrilleros. Muchos de ellos se preguntan cuál es la razón por
la que resultado tan “fácil” firmar un acuerdo de paz con la insurgencia guerrillera y, sin embargo, parece tan difícil acabar con la violencia paramilitar.
El plan de paz propuesto por la ex guerrilla de la FARC-EP a su interlocutor gubernamental explicitaba claramente que “los paramilitares no podrían existir ni expandirse sin la colaboración de las fuerzas militares”. Lo acontecido durante los últimos meses, sin embargo, indica que las FARC se desmovilizó sin tener ninguna garantía de que esta condición fuera a cumplirse. Y es que el terrorismo de Estado y la violencia paramilitar han demostrado ser complementarias en Colombia. Dos caras de una misma moneda.
En Colombia, las clases poderosas requieren de algo más que la
estricta violencia institucional del Estado para mantener su sistema
de dominio. Por ello el paramilitarismo cuenta en ese país con el
apoyo agregado de diversos grupos y círculos económicos, políticos y
militares, así como con el apoyo de sectores sociales de las clases
medias, interesados en la eliminación violenta de cualquier movimiento
con apoyo social o político en el seno de la sociedad colombiana que se
atreva a cuestionar el injusto "orden establecido".
FUENTE: http://canarias-semanal.org/not/23483/paramilitares-colombianos-sentencian-a-a-muerte-a-los-senadores-de-izquierda/
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