Abel, Ariam, Lian y Juan son los nombres de los cuatro pequeños ejemplares de tiburón gris que en algo más de un año habitarán en el Acuario Poema del Mar.
Actualmente, los escualos crecen dentro de un hábitat adaptado a sus necesidades que recrea durante el día la luz natural y, por la noche, la de la luna. La temperatura también está equilibrada según la estación del año lo que ha contribuido a que los bebés hayan superado su primera etapa de vida, la de mayor riesgo, con éxito.
La primera analítica que se les ha realizado ha demostrado que las crías crecen sanas y fuertes, por lo que sus cuidadores han diseñado una dieta más completa. Los tiburones, que nacieron después de un año de gestación con 700 gramos de peso y ya han alcanzado los cuatro kilos, tienen preferencia por la merluza y los calamares.
El nuevo menú, además, sirve a las crías en su entrenamiento. Y es que según explicó ayer la responsable del acuario de Loro Parque, Esther Alonso, a través del refuerzo positivo con alimentos se enseña a los animales a acostumbrarse a ser manejados por los cuidadores sin que esto les genere estrés. Una acción muy importante que facilita la labor de los profesionales a la hora de hacerles analíticas y que se consigue a base de mucho tesón y paciencia, ya que hay que lograr que los animales asocien el premio de la comida al color de una de las camillas que van cambiando de ubicación en la piscina.
Las cuatro crías, que han sido bautizadas con los nombres de los hijos y sobrinos de algunas de las personas dedicadas a sus cuidados, permanecerán durante algún tiempo más en un espacio separado de sus progenitores y el resto del ecosistema. No obstante, la piscina está comunicado para permitir que los pequeños se habitúen a la presencia de los que serán sus compañeros hasta que viajen a Las Palmas de Gran Canaria para formar parte de Poema del Mar. El objetivo de esta medida es favorecer la sociabilización de los jóvenes escualos cuando llegue el momento de convivir con las demás especies.
La suya, precisamente, es una de las 11 variantes de tiburones que forman parte de la lista roja de las especies en peligro de extinción. Desde Loro Parque aseguraron que cada año más de 100 millones de tiburones son capturados y mueren en el mar, así como 600.000 toneladas se descartan como producto inútil, según recoge la Organización Mundial de la Alimentación y la Agricultura. "A manos del hombre mueren en segundos muchos más tiburones, que personas han sido atacadas", apuntó Alonso. La responsable de la zona del acuario insistió en la importancia que estos animales tienen para mantener el equilibrio de la cadena alimenticia y de la propia naturaleza. "Hay que quitarse de la mente que son malos".
http://www.laprovincia.es/las-palmas/2016/10/29/cuatro-tiburones-poema-mar/875547.html
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