¿POR QUÉ DECIMOS, DE HIGOS A BREVAS?

María Sánchez

Como he comentado en otras ocasiones, hay frases que por lo mucho que la usamos y, no siempre en el término adecuado, las convertimos en refranes. /La frase que les traigo hoy, encierra la intención de referirse a algo que sucede de tanto en tanto o cada bastante tiempo.

Muchas son las veces que la pronunciamos cuando, después de largo tiempo, nos encontramos con un amigo o familiar al que ha pasado un tiempo considerable sin saber nada de él.

Este es un mal que solemos padecer con demasiada frecuencia, dejando que los días trascurran sin preocuparnos de visitar a ese amigo que durante un largo periodo formó parte importante en nuestra vida. Aquel primo o tío que, de pequeño reía nuestras gracias, o lo que es peor dejar de visitar a nuestros padres. Ignoramos cuán importante es para ellos ese momento en que les acompañamos, dejando que los días de soledad, se acumulen en sus corazones.

Aunque cueste creerlo, son muchos los hijos que visitan a sus progenitores, en ese tiempo que llamamos de higos a brevas. Por mi trabajo, conocí muchos de estos casos, sin embargo las madres, siempre dispuestas a perdonar, intentaban encontrar la excusa perfecta para que no descubriera que su hijo/a no la visitaba con la asiduidad que ella deseaba.
La intuición femenina me llevaba, rápidamente, a adivinar la triste realidad que ella, con lágrimas en los ojos, trataba de ocultar y que era tan triste, como para poner una mueca de amargura en su cara.

Conozcamos el por qué de la frase, de higos a brevas.
Todos sabemos que la higuera da dos frutos. Primero disfrutamos de las brevas, para a continuación saborear los dulces higos
Por lo que la frase (de higos a brevas)  tiene diferente valor según se ponga el orden, que en este caso sí altera el sentido.
Al decir de higos a brevas, estamos hablando de un intervalo de tiempo de unos ocho meses. Sin embargo si decimos de brevas a higos el tiempo se acorta y sólo pasan cuatro meses.

Sea de un modo o de otro, no dejemos que sea de higos a brevas cuando vayamos a visitar a esa familia o amigo y, sobre todo, no dejar pasar largo tiempo sin visitar a quienes nos dio la vida.