La Noria de la Condesa, ubicada en Jinámar, municipio de Telde, fue construida en 1850 por don Agustín del Castillo y Bethencourt, conde de la Vega Grande, en su hacienda de Jinámar.
Esta emblemática construcción, que desempeñaba una función hidráulica, consistía en una serie de maquinaria para la extracción de agua desde un pozo con un malacate accionado por bestias. Esta agua se utilizaba para cubrir las necesidades de las plantaciones de caña dulce, plataneras, tomates y demás frutas y hortalizas que hacían de Jinámar una gran extensión de fincas muy productivas.
En 2005, el Cabildo de Gran Canaria proyectó e inició las obras de restauración de la noria y todo su entorno con el objetivo de convertirla en un centro de interpretación de la cultura del agua.
Sin embargo, debido a problemas de presupuesto, las obras se detuvieron en varias ocasiones y solo se ejecutó un porcentaje de ellas. Como resultado, la noria quedó estancada y olvidada al paso de los años, expuesta a las inclemencias del clima.
[Este proyecto, que podría haber sido productivo y efectivo para atraer al turismo y visitantes a esta importante muestra de ingeniería de la isla de Gran Canaria,
Joaquín Santana redactor de TH
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