Su origen está unido a las festividades celtas, principalmente en aquellas que celebraban el comienzo de la primavera. El consumo de pretzels era muy típico cuando el sol entraba por la constelación de Aries, por lo tanto, se dice que la forma del pretzel se asemeja a los cuernos de un carnero.
Hacía el año 610, los monjes benedictinos entregaban como premio a los niños un pretzel si realizaban todas sus tareas escolares y sabían recitar correctamente las oraciones. Ellos decían que la forma representaba a un niño realizando plegarias, recibían el nombre de “brachiola”.
Pero, su representación gráfica más antigua dota de 1190, donde aparece un banquete de la reina Ester y su esposo el Rey Persa Jerjes y se puede observar un pretzel a la derecha de este.
María Sánchez
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