Artículo de Opinión
Juan Prado Piñeyro
Artículo de Opinión. "¿Juramento a la Constitución?".
Juan Prado Piñeyro (*). ASSOPRESS
Antes de comenzar a desarrollar este artículo, quiero prevenir que no está inspirado en ideología
alguna.
Mi única ideología se resume en el respeto a la Ley, a los derechos humanos, y a la lucha
contra la pobreza y la prosecución del estado de bienestar.
Los acontecimientos que están sucediendo en España son un verdadero dislate. Desde la primera
república no se habían contemplado tantos disparates de esos de llevarse las manos a la cabeza y
decir, porque no hay palabras,….:”no es posible lo que estoy viendo”…. Cito la primera república
por los despropósitos de la generación del cantonalismo, que condujeron a situaciones como la de
bombardear otra región del territorio nacional, u ofrecer al presidente Grant de los EEUU, la
incorporación de una población de España a su país, solicitando que en él se enarbolara la bandera
del cantón.
Aunque
ello no significa que todo lo que está sucediendo en la actualidad no
sea una
repetición adaptada a la realidad actual, de lo peor que se pueda
atribuir a la segunda república.
Estamos con el zorro dentro del gallinero. Los independentistas ya
comparten gobierno con el PSPC (permítaseme esta sutileza en las siglas
que con seguridad descifrará el lector); también los
representantes de los asesinos, que ni siquiera manifiestan
arrepentimiento, y los llamados antisistema que representan la peor
versión del comunismo stalinista.
Por otra parte, al Rey, jefe del
Estado y de las Fuerzas Armadas, a las que la Constitución encomienda la defensa de la Unidad de
España, se le ningunea…. No voy a seguir enumerando las barbaridades provenientes de ciertos
grupos indulgentemente llamados políticos, avalados por Moncloa.
He reflexionado sobre algo que se dijo en la prensa al respecto de los efectos del juramento a la
Constitución. Si existe el acto formal de la jura al cumplimiento de guardar y hacer guardar la
Constitución y cumplir fielmente las obligaciones del cargo con lealtad al Rey, y no sólo se
incumple, sino que se ataca en un regodeo constante a las instituciones, ¿para qué, entonces, se
jura?
Evidentemente estamos ante esta palabra de moda, un "oximorón". Para considerar legítimo
jurar, y desentenderse de lo jurado o prometido, carece de sentido mantener el juramento. Mejor
sería borrarlo y que cada cual actuara dentro de eso que se da en llamar libertad de expresión. De
hecho el Tribunal Constitucional al admitir la fórmula de prometo por imperativo legal, considera
que es una fórmula legítima, porque supone una prolongación del derecho a la libertad de expresión.
Pero yo, esta vez no voy a entrar a discernir lo que ya resolvió el Tribunal Constitucional,
erróneamente a mi juicio, en su día. Voy a contestar como buen gallego con un símil. Un ejemplo es
siempre la mejor explicación porque todo el mundo lo entiende.
Veamos.
En mis algo más de cuarenta años de ejercicio de la abogacía, puede suponer el lector que asistí a
bastantes juicios. Al testigo que, por otra parte, tiene obligación de comparecer, porque si no lo hace
se le multa, lo primero que se le pregunta es si va a decir la verdad. Él tiene la obligación de
declarar. Puede mentir, pero si lo hace y se descubre comete un delito de falso testimonio. Y si no
declara, desoyendo las conminaciones del juez, puede incluso ser perseguido por un delito de
desobediencia.
Centrémonos
en el asunto. Si el testigo al ser preguntado sobre si va a decir la
verdad, le dijera al
juez que lo hará por imperativo legal ¿se imaginan la respuesta de su
señoría, aunque se tratara de
la juez Victoria Rosell? En principio se me ocurre que, montando en
cólera, le podría decir, en plan
Fernando Fernán Gómez: ¿pero es usted idiota? Pues claro que por
imperativo legal, no faltaría más y la ley se lo exige! Aunque
probablemente no es eso lo que le diría el juez.
Le repetiría con cierta
paciencia y educación que es su obligación, e incluso a lo mejor tendría la deferencia de leerle el
articulito para que se diera cuenta el testigo puntilloso, que la fórmula que pretende no es válida, y
además que nada tiene que ver con la libertad de expresión.
Volvamos con el juramento de los diputados. Pregunta obligada: si los testigos tienen que ajustarse
a la fórmula del sí o no ¿por qué los señores diputados pueden hacerlo por imperativo legal? ¿La
respuesta podría encontrarse en que la función de un diputado es mucho menos importante que la de
un testigo en un caso de un pequeño hurto….?
La respuesta está en el viento, siguiendo la letra de esa bellísima canción de Bob Dylan…
(*) Abogado
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