LUCHANDO CONTRA LA BUROCRACIA Y LA POCA EDUCACIÓN

Artículo de Opinión.
María Sánchez.

Hace más de dos meses estoy sufriendo el mal olor que produce el agua que sale de una alcantarilla cerca de mi casa.

Como primera medida hablé con el propietario quien me contesta que es de la vecina. Llamé a Aguas de Telde quienes mandan a un operario, después de abrir la arquilla, comprueba que la salida está obstruida por cacas de perro. Casualmente, las personas que viven en la casa de donde sale el agua, tienen uno. Ahora ya no solo tengo la salida del agua maloliente, esta se alterna con el agua de la lavadora que “supuestamente” no está conectada a la cloaca.

El operario de Aguaget, me dice que debo llamar a la policía para que realice una incidencia y, a partir de ahí, vienen a desatascar dicha arquilla.

Para no cansarles les diré que llamé dos veces más a la policía, para terminar diciéndome que vaya al ayuntamiento. De ahí fue un viacrucis por cuatro oficinas más, lo que se suele decir pasar balones.

He llamado tres veces a Aguas de Telde, quienes me contestan que irán en breve, esta es la fecha en la que no aparece nadie.

¿Me habré dejado atrás alguna oficina sin visitar?