Todos conocemos el motivo por el qué surgió la costumbre de comer las
12 uvas el 31 de diciembre. Esta tradición viene envuelta en muchas
teorías y no todas son ciertas. Se dice que todo comenzó en 1909
derivado por la buena cosecha de uvas de ese año. Sin embargo, los
periódicos de 1882 ya recogen menciones de esta tradición, por lo que es
probable que el excedente de uvas de 1909 solo fuera un empujón más a
una tradición que ya se gestaba en tiempos anteriores.
En 1882 la clase acomodada solía comer uvas a la vez que bebían una
buena copa de vino la noche del 31, cosa esta que no podía hacer la clase
media baja, por lo que se cuenta que un grupo de jóvenes madrileños,
decidieron reunirse en la Puerta del Sol para comer uvas acompañados de
las campanadas en un acto de burlarse de la clase aristocrática.
Como nunca llueve a gusto de todos, la prensa de 1907 se quejó de que
comer uvas se hubiera arraigado tanto en la sociedad cuando la clase más
baja se había burlado de ello los primeros años.
En definitiva, lo importante es haber llegado al final de otro año más,
tomar las 12 uvas sin atragantarse y brindar por un nuevo año donde reine
el amor, terminen las guerras y gozar de mucha salud junto a nuestros
seres queridos.
Les deseo un feliz año nuevo.
Mary Almenara.
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