Mary Almenara
El término Sororidad, es la hermandad entre las mujeres en relación
con los temas sociales de género. Sororidad es una palabra latina derivada de Sóror
que significa hermana por lo que está vinculada a la unión, respeto y amor entre
el género femenino. Esta frase la escuchamos cada vez con más frecuencia en los
temas relacionados con la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, en las
campañas de violencia de género o al colectivo feminista en las manifestaciones
para erradicar el machismo.
Ha servido para conocer la lucha feminista que tantas críticas e
intolerancias ha sufrido por desear erradicar la supremacía del hombre sobre la
mujer.
Es una forma de enfrentarse a los problemas sociales mediante la unión
entre las mujeres creando así el empoderamiento, proceso por el que las mujeres
consiguen dominio y control sobre su propia vida.
Sin embargo, a pesar de toda esta lucha por una igualdad justa y de
derecho, hay mujeres que aún critican estos movimientos por estar ancladas en la
arcaica idea de creer que el hombre es un ser superior, al que debemos estar
sometidas desde que nacemos. Han llegado a insultar a este gremio de luchadoras
diciendo de ellas que son marimachos.
Son aquellas que confunden la palabra igualdad con la de falta de
respeto o superioridad de la mujer sobre el hombre. No, señora, la igualdad es
tener los dos géneros los mismos derechos y obligaciones. Es compartir las
tareas del hogar, cuidar y educar a los niños, es tener la libertad de salir
una noche con amigas sin ser tratadas como prostitutas.
La igualdad debe aprenderse en la casa viendo como entre sus padres no
hay superioridad por parte de ninguno de ellos, no crecer viendo como las
mujeres son las que cocinan, lavan y llevan la carga de las tareas del hogar.
No piensen, estimados lectores que hablo por hablar, lo hago con conocimiento
de causa, con la experiencia triste en ocasiones de escuchar a mujeres criticar
a otras por salir con ropa ceñida o fardas cortas no poniendo en duda que con
estos atuendos incitan a la violación. Ante esta afirmación contesté que los
hombres van sin camisa o pantalones tan ajustados que marcan sus órganos sexuales
y no por ello son asediados por las mujeres.
Otra de estas tristes experiencias la tuve con una señora mayor que
siempre servía primero al hombre que se encontraba presente en ese momento. Al
preguntarle por qué hacia esto me contestó -porque él tiene un par de (atributos)
que nosotras no tenemos y que lo hacen superior- no pude contenerme a lo que
contesté -cierto así es, pero tú como mujer tienes dos mamas que alimentan al recién
nacido, dos ovarios que ayudan en la concepción de un nuevo ser y, sobre todo y
por encima de todo tienes una matriz que alberga a un nuevo ser y ahora dime
¿Quién tiene más mujer?”
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