Reconozcámoslo, somos animales mitómanos. Nos encantan los mitos. Como el de la Ruta 66, carretera abierta en 1926 que conectaba Chicago con Santa Mónica a lo largo de 3940 kilómetros. La vía, que en su día sirvió para llevar inmigrantes al oeste durante la Gran Depresión, se hizo famosa en Estados Unidos gracias a un blues de finales de los cuarenta y a una serie de televisión en los sesenta. Y como todo lo que se hace famoso en USA, se ha hecho famoso también en el mundo entero. Con la R66 había nacido el mito de la recta interminable llena de folklore norteamericano, y aunque la carretera con tal nombre designada desapareció en 1985, miles de viajeros, no pocos españoles, se lanzan anualmente buscando ese sabor de road movie polvorienta.
Punto obligado de la ruta es la ciudad texana de El Paso, espejo de Ciudad Juárez al otro lado del río. Allí se yergue la estatua ecuestre más grande de Norteamérica. Y curiosamente, no está dedicada a un cowboy anglosajón, sino a un caballero español: El Último Conquistador.
FUENTE .http://www.diariodelviajero.com/
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