Mi niña la pequeña nueve años ya cumplió y como buena cristiana pronto recibirá la comunión.
De unos ahorros que tengo le compraré la ropita, un traje blanco como la azucena, zapatos y calcetines.
Quiero que lleve guantes que hace bonito vestir, el rosario, libro de plata de y nácar heredado de sus hermanos.
La iglesia estará engalanada de flores blancas como el alba, donde se refleja la dulzura y la inocencia de su alma.
Cuando mi niña llegué a casa después de recibir a Dios, tendré la mesa preparada con alimentos distinguidos galletas, chocolate y un queque de limón.
Recorreré las casas donde viven mis vecinas para que admiren y vean lo linda que va mi niña.
En su bolso limosnero alguna perrita pondrán, no me importa que sean pocas, me basta la voluntad.
Lo que de verdad valoro y me llena de alegría es saber que mi niña, que nueve años cumplió, hoy ha recibido su primera comunión.
María Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario