El Ayuntamiento de Pájara, a través de la Concejalía de Playas, que dirige Raimundo Dacosta, ha procedido nuevamente a desmontar los corralitos y estructuras de piedra que estaban invadiendo la playa de Esquinzo, provocando alteraciones en el paisaje y afectando negativamente al ciclo natural de este arenal.
“Recordamos a la población residente y a los turistas que nos visitan que este tipo de estructuras tienen graves consecuencias medioambientales al no permitir el normal tránsito de la arena hacia las dunas y lenguas de tierra de esta zona”, explica el alcalde sureño, Pedro Armas.
La Corporación municipal procedió ya el pasado año a retirar numerosos monolitos y cobertizos de la costa del municipio, que en ocasiones superaban el metro y medio de altura, y en donde se acumulaba además una gran cantidad de basura y enseres que acababan en el mar, con los perjuicios que ello ocasiona al medio natural.
Y es que dichas estructuras alteran el ecosistema insular, ya que la flora y la fauna se ven afectadas al remover las piedras. Por un lado, la flora, que aprovecha la humedad de las piedras muere y, por otro, la fauna que habita en dichas piedras, desaparece.
El concejal responsable, Raimundo Dacosta, señala que actuaciones como esta son esenciales para que la playa se regenere. “Con estas campañas periódicas de limpieza nos aseguramos de que las playas cuenten con la arena necesaria y evitamos consecuencias derivadas de este atentado contra el medio ambiente”, apunta, recalcando además los peligros existentes ante el riesgo de derrumbe de estas edificaciones hechas por el hombre.
Desde el Consistorio se pide la colaboración ciudadana para evitar dichas prácticas y se tome conciencia del impacto ambiental que supone, recordando que el incumplimiento de la Ley de Costas y la Normativa Municipal de Playas implica sanciones considerables.
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