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domingo, 27 de julio de 2014

Tabaibas, que han costado vidas…








… ¿acaso todas las tabaibas juntas, valen tanto como una vida humana? Pues, por culpa de ellas, los hay que se han quitado la vida, se han suicidado, huyendo de pagar multas y cárcel. Nada importa queden viudas y huérfanos, y es que ni siquiera nos enteramos. Fuentes ciertas nos (me) informan de forma informal (funerarios amigos, y amigos que te lo cuentan), que salimos a tantos suicidados como días tiene el mes, término medio. Y ante esta sangría humana, para y por defender la leche de la tabaiba y su planta en sí, con su veneno en tallos, hojas y flor, es algo que clama al cielo, a bruselas, a europa (no pueden ser escritas con mayúscula), a conciencias, a políticos, a gobernantes, a universidades, a periodistas callados, etc.
 Que dineros hayan que entren en arcas chorreando sangre, ¡no es justo!; que el miedo campee por todos lados, por mor de una planta que nada produce, ni de ella bien alguno se sigue, a pesar de cubrir ya el noventa por ciento alto del territorio, que cubierto el resto por el cemento y el alquitrán (o asfalto), ¿qué va ser de una sociedad, que pierde a los hombres que trabajan la tierra y cometen delito si quitan una tabaiba del su camino, terreno o paisaje? ¿Es que se ha llegado a divinizar una planta en defecto y comparación con el género humano, rey de la creación y al que la naturaleza todo le está a su servicio? Pero, ¿es que se ha perdido el norte, el rumbo y la sensatez?, ¿hasta dónde y cuándo y cuánto, se va a mantener la protección de lo que no necesita de tal protección al contar con un número indefinido, que crece de día en día en rápida y veloz  expansión, llenándolo todo? Y que si usted quita una para llegar hasta lo suyo, y en lo suyo, para plantar algo con qué comer, no debes hacerlo, ¡salvo que tengas que pasar por el calvario de tener que pagar por lo que consideran un delito de enorme gravedad, y ya a muchos, quitarse la vida ante atropello tal! ¡Ya está bien, hombre!


El Padre Báez.

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