Los precios de los salones para comercio se han desorbitado de tal modo y manera, que ha llevado a que muchos negocios acaben cerrando al no poder hacer frente al alquiler.
Después de la pandemia, las ventas bajaron de manera vertiginosa llevando a la quiebra a muchos comerciantes, quienes se vieron abocados a bajar las persianas para siempre
al no poder hacer frente al alquileres de hasta dos y tres mil euros. En mi humilde opinión, alguien debe poner límite a estos precios tan exagerados, de no ser así esto no hay quien lo pare.
Por tal motivo muchos propietarios se han decidido a transformarlos en viviendas.
En este pueblo tenemos muchos comercios cerrados y si nadie lo remedia terminaran convertidos en una vivienda que, bajo mi pensamiento, no reunirá todas las condiciones de habitabilidad necesarias, ya que al encontrarse en lo bajo no tienen la suficiente claridad que se precisa, so pena de mantener las luces encendidas todo el día y no creo que el precio que pagamos sea para hechar voladores.
Mary Almenara.
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