PONER A HUEVO. Esta frase parece haberse puesto de moda en los últimos años, o así lo siente esta que les escribe. Que recuerde, en mi niñez, no se escuchaban expresiones como ésta y mucho menos la más que célebre del ministro Trillo “manda huevos” Hoy es tan normal como respirar escuchar la una y la otra, lo mismo a un joven que a un niño de corta edad, ya que la frase es sólo eso, una frase sin más.
Si la frase, que hoy traigo a esta sección la hubiera pronunciado en mi niñez, la santa de mi madre me habría dado una sota manta que automáticamente me la borraba del pensamiento.
Cuando hace muchos años llegó a mis manos el medio de conocer el significado de tantas frases que, durante años pronuncié y escuché a los mayores, no dudé en guardarlo como oro en paño. Muchas de estas frases las oí expresar precedidas del consabido “como dice el refrán”.
En alguna ocasión ya expliqué la diferencia entre el refrán y la frase. El primero es un dicho popular y sentencioso. La segunda, parte muchas veces de hechos acaecidos a una persona, o ha sido pronunciada por un personaje famoso.
Lo mismo las frases que los distintos temas que les cuento con relativa frecuencia, los tengo guardados hace mucho tiempo, sin querer nunca deshacerme de ellos. Siempre tuve la ilusión de darlos a conocer. Hoy la vida me ha dado los medios para compartir con ustedes lo que siempre guardé como un tesoro.
Salgamos de dudas sabiendo porque decimos. PONER A HUEVO. Esta coloquial frase se aplica cuando hay algo a lo que es fácil acceder por tener un precio asequible a cualquier bolsillo. Comenzó utilizándose para designar lo especialmente barato. Antiguamente, los huevos tenían un precio tan bajo que se utilizaban para comparar. Lo caro estaba siempre a precio de oro y las gangas, a precio de huevo.
fuente: http://www.canariasopina.com.es/articulo/21298
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