Opinión.
La llamada Orden de los
Inocentes de Telde, tardó 21 años en admitir mujeres en sus encuentros.
Fue en 2016, cuando por fin acceden las mujeres a dicha “orden”
premiando a la escritora, folclorista y profesora Pino Monzón Padrón,
como Inocente del Año.
La historia de lo que luego se llamó
pomposamente “la Orden de los Inocentes”, fue en sus comienzos un
encuentro de amigos, que creó una magnifica persona, el empresario de la
carpintería, Fernando Bernal allá por 1994. Al año siguiente fallecía
el bueno de Fernando y le proclamaban el inocente del año en 1995
Lo que se creó en 1994, para ser una
reunión de amigos sin más pretensiones, degeneró en un cónclave donde
una minoría movía los hilos en un pequeñísimo círculo de una endogamia
apabullante. Sin ningún estatuto de funcionamiento interno, un “grupito”
muy reducido, decidía a quien se daba cada año el galardón, sin ningún
argumento que no fuera el baboseo.
La celebración siempre era en el mismo
restaurante de Valsequillo, excepto cuando en una ocasión el organizador
mayor se calentó y lo hizo en uno muy popular del Valle de los Nueve, y
el encargo de una estatuilla a un amiguete del cónclave, que se
entregaba al premiado.
Una Orden que no tenía tras de si más
que una reunión de amiguetes, con copas, puro, y la consabida endogamia,
tenía una peculiaridad solo podían asistir machos. Alguno de los
“premiados” empezó a pedir la presencia de mujeres, y tras muchas luchas
intestinas se consiguió en 2016.
La muerte de esta Orden, fue pretender
adaptarse a una sociedad en la que ya no tenía ningún sentido el de
“solo para hombres”, por eso hicieron el paripé de nombrar a la primera
inocente del año, y si te vi no me acuerdo.
Pretendieron vestir de
confraternización, tolerancia y respeto algo que solo era la vanagloria y
el ego de unos pocos con la aquiescencia del resto, asumir la Igualdad
se los llevó por delante, presumían de no se que valores que encarnaba
la Orden de los Inocentes, y el tiempo demostró que no había nada de
nada, ni tan siquiera la solidaridad de la que hacían gala.
La gente ahora no entiende que haya
sociedades que no admitan mujeres. El compás de los nuevos tiempos
arrastra, de un modo casi irrefrenable a las sociedad que veten la
presencia de mujeres, y su aceptación como socias se impone incluso en
las sociedades gastronómicas vascas.
D.E.P. la Orden machista de los Inocentes de Telde.
Teldealdía.comfuente: http://ondaguanche.com/descanse-en-paz-la-orden-de-los-inocentes-de-telde/#.XCyTP7hqO10
Me tiemblan hasta las pestañas al leer este artículo donde, con mucha claridad, dice usted verdades como catedrales. Siento vergüenza al leer que una sociedad se cierra "supuestamente" para no admitir mujeres en sus filas. Señores que estamos en el siglo XXI, a ver si se enteran.
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