Podemos quería hacer una gran demostración de fuerza en la marcha de este 31 de enero y ha conseguido que simpatizantes y ciudadanos de otras ideologías y formaciones se hayan unido en una gran concentración que ha partido desde una abarrotada plaza de Cibeles esta mañana.
Un Pablo Iglesias sonriente y pletórico es el que ha encabezado la manifestación en la que fuentes policiales dicen que han asistido 100.000 personas. Podemos establece la cifra en 300.000 personas.
El color violeta oscuro característico de Podemos ha sido el predominante unido a numerosas banderas republicanas y también de diversas comunidades autónomas y junto con las pancartas de los círculos regionales que se han dado cita en esta gran manifestación que los convocantes han tachado de “Marcha por el cambio”.
Los gritos de “¡Sí se puede, sí se puede!” se han escuchado a coro durante toda la mañana en una jornada tranquila en la que familias, amigos y simpatizantes de otras formaciones han querido unirse a la convocatoria del partido de Iglesias. Una cita que sus organizadores no han calificado en ningún momento de protesta.
Muchos han madrugado esta mañana para asistir a la cita, ya desde primeras horas de la mañana se veían pegatinas y banderas de color morado y los primeros manifestantes se apelotonaban en torno al madrileño Círculo de Bellas Artes, punto neurálgico de donde ha salido la cabecera, con Iglesias, Errejón, Bescansa y Monedero como figuras clave de la cita. "Es ahora", rezaba su gran pancarta.
En este punto Iñigo Errejón se ha dirigido a los medios de comunicación para explicar sus objetivos: "La marcha que comienza en Cibeles tendrá como siguiente hito La Moncloa y como tercer hito la recuperación de la soberanía popular". Claro y contundente.
Algunos manifestantes señalaban a este medio sus razones para acudir a esta concentración, no por apoyar a la formación de Iglesias, en algunos casos, sino porque "es necesario un cambio político que sea de izquierdas, aunque sea de Izquierda Unida".
Otros explicaban que su gran esperanza es Podemos, pese a que antes dieran su apoyo a otros partidos, pues han cambiado su intención de voto para las elecciones generales que están próximas a celebrarse. Con sus familias, con amigos o con hijos, muchos españoles han salido a las calles para expresar su necesidad de regeneración.
Los manifestantes apuraban sus cafés y porras en los bares de las calles colindantes, pues ha sido una mañana de intensas rachas de aire y frío, pero en la que el empeño de los manifestantes por expresarse en la calle no ha decaído. Según fuentes policiales, informa la agencia Efe, la marcha ha podido estar secundada por cerca de 100.000 personas. Desde Podemos aseguran que la cifra que barajan es de 300.000 manifestantes.
Un Pablo Iglesias sonriente y pletórico es el que ha encabezado la manifestación aunque los periodistas han tenido dificultades para fotografiarle, pues se hallaba en tercera fila junto al resto de los dirigentes del partido y los responsables de la organización apremiaban a los medios a que dieran paso a la cabecera de la concentración.
Los manifestantes han mostrado un gran ánimo en todo momento, ha sido una cita festiva, y al paso del secretario general por la calle Alcalá no han dejado de corear su nombre al grito de: "¡Pablo, Pablo!"
"Tic, tac, tic tac" han gritado durante toda la mañana los manifestantes, "es el momento del cambio", el reloj ha sido uno de los iconos más significativos en las pancartas y cartones. "El pueblo unido jamás será vencido", expresaban muchos de ellos al paso de las distintas cabeceras.
"Nos llaman la generación perdida, demostremos que no es así", rezaban las pancartas de los manifestantes más jóvenes que han exhibido sus ganas de una necesidad de cambio con esta gran marcha.
Aunque los miembros de 'Podemos' se han encargado de matizar las diferencias con su hermano griego 'Syriza', en una semana en la que Grecia ha experimentado un cambio político en su gobierno, las pancartas a favor del partido de Tsipras y las banderas griegas han ondeado en esta mañana helada en la capital.
La meta de esta gran concentración ha sido la Puerta del Sol donde el público ha comenzado a llenar la plaza a la espera del discurso de Iglesias como colofón final al encuentro multitudinario. Allí la estampa no dejaba lugar a dudas, estaba abarrotada.
Los accesos a la calle Carretas y a la carrera de San Jerónimo han sido cortados por la policía, que tampoco ha dejado acceder a la zona del Congreso de los Diputados, ni si quiera para los que salían de la plaza.
Sol ha sido el punto clave de la concentración donde la multitud ha seguido coreando a gritos la consigna: “¡Sí se puede”! Una multitud expectante aguardaba a las declaraciones de Pablo Iglesias y en cuanto se ha escuchado su voz la gente ha prorrumpido en aplausos.
"Vamos a ganarles las elecciones al Partido Popular", ha espetado Iglesias, la muchedumbre seguía con interés sus intervenciones. Iglesias ha hablado de sueños: "Hace falta soñadores valientes que se atrevan a defender a los de abajo. Hacen falta más Quijotes".
La Puerta del Sol ha vuelto a ser el epicentro del movimiento ciudadano que se originó en su día con el 15M. Así, los seguidores de la marcha y sus convocantes han vuelto a hacer suyo este enclave que fue también escenario de la proclamación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931.
http://noticias.lainformacion.com/politica/podemos-convierte-el-centro-de-madrid-en-un-hervidero-al-grito-de-si-se-puede_QL4VrnLMaCnXR2V9454Po1/
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