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martes, 17 de febrero de 2015

Juan Negrín: Demócrata, socialista y republicano. Antonio Aguado


Juan Negrín nació en Las Palmas de Gran Canaria el 3 de febrero de 1892. Coincidiendo y conmemorando esa fecha, la Fundación Juan Negrín con la colaboración del Diario de Las Palmas que al respecto aportó documentos fundamentalmente relacionados con la época, organizó la interesante exposición: “El compromiso canario de Negrín y Pascua, 1931-1933”.
En la misma se puede comprobar los esfuerzos de Juan Negrín, para que el doctor Marcelino Pascua fuera nombrado por el recién constituido gobierno de la II República, director general de sanidad y de que formara parte en la candidatura de la Conjunción Republicano-Socialista junto a él, Bernardino Valle y Guerra del Rionto con el propio Juan Negrra parte y ser elegido Franchy y Roca, Bernardino Valle y Guerra del Rio y ser elegido con éstos como diputado a Cortes por la provincia de Las Palmas en las elecciones celebradas el 28 de junio de 1931. Todos realizaron una extraordinaria labor, destacando la socio sanitaria de Marcelino Pascua, que contó siempre con el importante apoyo político y profesional de Juan Negrín. La exposición refleja como ejemplo, la gestión para hacerle frente a los graves problemas que tenía el barrio de la Isleta de la capital Gran Canaria en materia de saneamiento, equipamientos y viviendas sociales.
Por su trayectoria académica, científica y profesional a Juan Negrín, nunca se le ha podido cuestionar. Como estudiante obtuvo las mejores notas que le posibilitó a la temprana edad de 14 años desplazarse a Alemania y conseguir con tan sólo 20 años el doctorado en fisiología en la Universidad de Leipsig, una de las más prestigiosas de aquel entonces. Al regresar a España en 1915 promovido por el que fue premio Nobel, Ramón y Cajal, se puso al frente de un nuevo laboratorio de fisiología en la Residencia de Estudiantes, creando una escuela de renombre y gran prestigio internacional. Tuvo entre otros como alumnos a: Severo Ochoa a quien en 1959 le concedieron el premio Nobel de fisiología y medicina, José María García–Valdecasas, Francisco Grande Covian y a su máximo colaborador el catedrático fisiólogo grancanario de Tejeda, José Domingo Hernández Guerra, que teniendo ante si una prometedora carrera falleció prematuramente en 1932 con 35 años.
Pero como político si fue cuestionado e injustamente tratado, no sólo por los fascistas vencedores de la Guerra Civil (en realidad de España, pues contra la República legalmente establecida se enfrentó dos potencias extranjeras: la Alemania nazi e Italia fascista), también lo hicieron sus propios compañeros del PSOE, hasta el extremo de ser expulsado en el año 1946 junto con otros 35 destacados militantes. Esa arbitraria medida fue subsanada el 5 de junio de 2008 durante el 37 Congreso Federal del PSOE, cuando por iniciativa de la Fundación Juan Negrín y del doctor Miguel Ull, vicesecretario general del Partido Socialista en Alicante, fue presentada por el secretario general de los socialistas canarios e historiador José Miguel Pérez y aprobada por aclamación una propuesta de resolución, para que simbólicamente y a través de sus familiares se les devolviera el carnet del Partido, acto celebrado el 24 de octubre de 2009 en la sede de la calle Ferraz.
A diferencia de muchas personas que entran en la vida política por impulsos e incluso sobre todo de un tiempo a esta parte por intereses personales, Juan Negrín debido a su gran formación, experiencia y capacidad, todos los compromisos que adquirió fueron siempre teniendo en cuenta sus principios, valores y convicciones y lo hizo muy conscientemente, pues aparte de su sensibilidad, gracias a los contactos fluidos que tenia (dominaba cuatro idiomas: alemán, inglés, francés e italiano y bastante el ruso) con renombrados científicos y políticos, recibía información de primera mano que le hizo ver e identificarse con el proyecto político que en Alemania encarnaba el Partido Socialista Alemán (SPD). Al ser su homólogo en España el PSOE y debido a la situación de atraso e injusticias que se vivía en nuestro país, no lo dudó y sacrificando su prometedora carrera científica y profesional, se comprometió con éste partido político y paso a formar del mismo en 1929.
El PSOE en el transcurso del tiempo se ha venido degradando y ya de socialista le queda muy poco e igualmente le pasa con el republicanismo, que fue una de sus principales señas de identidad y por el que muchas y muchos militantes no dudaron en defensa de la República, poner en riesgo y perder su vida, sufrir encarcelamiento o exilio. Los dirigentes actuales buscan cualquier excusa para hacer dejación de estos valores, algunos llegan a relacionar a Juan Negrín sólo en su faceta como patriota que lo fue, pero de éste término y condición se han apropiado la derecha y mucho más la ultraderecha, por eso prefiero reconocerlo antes que nada como socialista y republicano.
Cuando Juan Negrín decidió afiliarse al PSOE, las diferentes ideologías estaban muy bien marcadas y desarrolladas, por eso resultan absurdas y hasta grotescas, las declaraciones interesadas de dirigentes “socialistas” y de algún afamado historiador que lo más probable para descargar sus conciencias, por sus rebotes o cambios ideológicos, llegan a expresar que si Juan Negín viviera ahora, sería un socio liberal o demócrata liberal. Esas elucubraciones sobran y debemos ceñirnos a la realidad y a los hechos que protagonizó en defensa de la República y para lograr una sociedad mas avanzada y justa.
Por eso hay que seguir recordándole como lo que realmente fue: un autentico socialista y republicano. Pero en honor a la verdad destacarle también su carácter y faceta como gran demócrata, que demostró en muchas ocasiones cuando intercedía tratando desde el bando republicano que no se produjera venganzas ni represalias con los sublevados y golpistas, algo que no siempre pudo lograr debido a que aún siendo el jefe del gobierno de la II República, le condicionaba la composición del Frente Popular con sus diversas fuerzas políticas y propios mandos, divergiendo en planteamientos y decisiones.
El legado político de Juan Negrín es el de un extraordinario demócrata, socialista y republicano. Muchos intelectuales, historiadores y políticos demócratas, han coincidido en que si hubiera estado al frente del gobierno desde el inicio de la guerra, ésta habría tenido un final diferente a favor de la República y ahora estaríamos hablando de él como un gran estadista, que con toda seguridad por la visión tan amplia que tenía de la sociedad, podría haber contribuido a lograr una Europa mejor.
*Antonio Aguado es cofundador y exsecretario de la Fundación Juan Negrín. Este artículo fue remitido por su autor a nuestro blog para su publicación
https://juanglujan.wordpress.com/

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