La realidad siempre supera a la ficción. El pueblo español de Castrillo en la provincia de Burgos enterró definitivamente el domingo su apellido de"Matajudíos" y pasará a denominarse "Castrillo Mota de Judíos", tras la consulta popular promovida por el Ayuntamiento que propuso el cambio del ya antiguo nombre, de connotaciones antisemitas.
Castrillo Mota de Judíos fue la denominación que más votos obtuvo, según se anunció tras el cierre del colegio electoral la municipalidad de 60 habitantes, que aprovechó las elecciones al Parlamento Europeo para realizar la curiosa votación.
Participaron un total de 52 de los 56 vecinos empadronados, manifestándose a favor del cambio 29 ciudadanos y, en contra, 19 vecinos, contabilizándose cuatro votos nulos. Solo cuatro censados no votaron: uno por fallecimiento y los otros tres al encontrarse lejos de la localidad, subrayaron las autoridades.
El alcalde había señalado que el ya antiguo nombre no era el originario del pueblo, sino que obedecía a una evolución posterior. "La expresión "Matajudíos" no se correspondía con la sensibilidad e idiosincrasia del pueblo en la actualidad, ni con nuestra bandera, que incluye la estrella de David. No hubiera tenido ningún problema en dejar el cargo tal como anuncié. Debemos ser consecuentes",remarcó Rodríguez, quien deberá esperar al próximo pleno del Ayuntamiento el 3 de junio para formalizar la solicitud pertinente y legalizar la nueva denominación, previsiblemente en un espacio de tiempo inferior a doce meses. "No preveo problemas para que el nuevo nombre se haga efectivo después de la mayoría obtenida en proceso democrático", explicó.
La nueva palabra "mota" hace referencia a "una eminencia (elevación) de poca altura, natural o artificial que se levanta sola en un llano", según una acepción recogida en el Diccionario de la Real Academia Española.
El primer documento con el antiguo nombre data de 1627, más de un siglo después del edicto real español de 1492 que ordenó la conversión o exilio de los judíos. Quienes se quedaron y negaron a convertirse enfrentaron a la Inquisición.
Los judíos desterrados del pueblo se instalaron en una "mota" a 2,5 kilómetros de Castrojeriz, fundando una comunidad judía importante en este lugar, naciendo el pueblo de Castrillo, que no registra ningún habitante judío en la actualidad, situado a 260 kilómetros (160 millas) de la capital de Madrid.
Pese a que algunos judíos murieron en el lugar, los investigadores creen que el pueblo adquirió su nombre de residentes judíos que se convirtieron al catolicismo y que quisieron reforzar su repudio al judaísmo para convencer a las autoridades españolas de su lealtad.
Ya en 1965 hubo una iniciativa de cambiar el nombre de la localidad burgalesa por la de "Castrillo de Cabezón", en honor al célebre músico ciego, nacido en Castrillo en 1510; pero no prosperó.
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