A continuación, damos un repaso a algunos de estos lugares extraños, donde a primera vista resulta imposible que pueda prosperar la vida, y que sin embargo lo hace. Así que si os apetece llevar a cabo un viaje a otro planeta, sin salir del nuestro, y como una suerte de Charles Darwin moderno descubrir especies biológicas que parecen desafiar lo que comúnmente consideramos vida, aquí tenéis cinco de los lugares más espectaculares:
1. Volcanes y lava
Los volcanes, a pesar de ser tan destructivos, pueden albergar vida. Por ejemplo, si visitáisvolcanes en Micronesia os podéis tomar con el pájaro megapodius Laperouse, la talégala de las Marianas, que coloca sus huevos en las cenizas calientes de los volcanes para incubarlos.
En lugares como la cueva de Kauai, hay canales horadados por la lava volcánica en los que viven ciempiés y arañas, como la araña lobo (Adelocosa anops).
2. Nuclear
Eso sí, preparaos para la sorpresa de hallar muchas especies vivas por allí, especies que se adaptan a las duras condiciones de radioactividad, como el gusano Anisakis simplex.
3. Salado
La sal no se lleva bien con la vida, al menos en grandes cantidades. Por eso el mar Muerto, un lago salado situado a 416,5 m bajo el nivel del mar entre Israel, Cisjordania y Jordania, se llama así, porque tiene una gran concentración de sal en sus aguas, lo que elimina todo rastro de vida. Bueno, todo rastro, no, los lugares tan salados como el mar Muerto o el lago Mono, en Estados Unidos, hospedan bacterias como la Chromohalobacter beijerinckii.
4. Frío
El frío también resulta poco apropiado para la vida, y sin embargo, si echamos a pasear por el hielo antártico, y practicamos un agujero de nada meno que 183 metros de profundidad, podemos encontrarnos con una especie de camarón anfípodo llamado lyssianasid. Un lugar que, hasta este hallazgo, se creía imposible para la vida.
De hecho, algunas arqueas y bacterias muy resistentes, como la Cytophaga-Flavobacterium-Bacteroides, pueden sobrevivir en agua salada a -20 ºC.
5. Calor
En el suelo de una mina de oro en la Cuenca de Witwatersrand, en Sudáfrica, podemos encontrar a nada menos que 2.500 metros de profundidad el Desulforudis audaxviator, un organismo que soporta temperaturas de 70 ºC.
Aún más abajo, a tres kilómetros de profundidad, viven amebas y algunas bacterias muy resistentes que subsisten entre las rocas, por eso se llaman endolíticas (dentro de la roca).
Las fuentes termales del parque de Yellowstone, en Estados Unidos, encontraremos la bacteria Thermus aquaticus, que por ser tan resistente al calor ha sido una pieza clave para el desarrollo de la ingeniería genética.
fuente :http://www.diariodelviajero.com
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