jueves, 12 de septiembre de 2019

¿HIJOS/AS CÓMODOS/AS MADRES SUMISAS?



Mary Almenara

Vaya por delante que ni meto a todos los hijos en el mismo saco, ni doy por sentado que todas las madres estén dispuestas a ceder a las peticiones de sus vástagos.
Hecha esta aclaración paso a relatar lo que, a mi entender, es la comodidad de muchos hijos e hijas. Se suele escuchar a mujeres mayores o de mediana edad quejarse de la comodidad de sus hijos, rayando algunos en el más puro abuso. Muchos de estos hijos no rompen nunca el cordón umbilical al que desean seguir unidos de por vida.
Ellos no respetan la edad de la madre o sus deseos de ser libre para salir con amigas o disfrutar de momentos de ocio, no, mamá debe estar dispuesta para cuando yo la necesite y a la hora y día que yo diga. Esta circunstancia se suele dar cuando el hijo o hija se casa, forma su hogar y se convierten en padres. Antes de tomar esa decisión no consultan con nadie, solo hay una idea fija en sus cabezas, ser padres, si las cosas van mal ahí está mamá-abuela para cuidar del querubín y sacar las castañas del fuego.
Cuando el pequeño va creciendo, y no para de moverse, se acude a mamá para que lo cuide porque la pareja va al cine, baile o sale a cenar con los suegros porque mamá solo está para cuidar del niño.
No se han enterado que la madre ya no tiene cuarenta años, que se cansa más que antes, que ya pasó su tiempo de hacer de comer para toda la familia, que lavó y planchó durante muchos años la ropa de todos los de la casa.
Todo esto se olvida cuando se ven solos porque se han separado de su pareja, o ésta trabajando. Entonces lo más cómodo es llamar a mamá y decirle que va a comer, excusándose en que tiene unos deseos irrefrenables de verla.
La otra cara de la moneda es la madre que planta sus reales en la mesa y dice “hijo, hija mi tiempo de cuidar se pasó ahora te toca a ti” Ellas son conscientes de que ya les toca ser independientes, dejando que los hijos vuelen por si solos con sus pros y sus contras. Ya pasaron los años de cuidar niños pequeños, hacer de comer, lavar o planchar ahora me toca a mí.
Es triste escuchar a un hijo decir “mi madre ya está mayor y no necesita salir” esto lo dicen de una madre de cincuenta y pocos años.
Les recomiendo que cambien el chip, que las madres no son las criadas, que ellas cumplieron con la familia y ahora les toca a ellos.
Y tengan bien claro, que las madres no nacen con un manual bajo el brazo que les enseñe a hacer las labores de la casa. Ella fue aprendiendo y equivocándose, como deben hacerlo ustedes.
P.D. Este artículo va dirigido a mujeres y hombres por igual.

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