El alcalde de la Villa de Moya, Poli
Suárez, volvió a apelar este viernes, a la colaboración del Gobierno de
Canarias y del Cabildo de Gran Canaria, para erradicar la plaga
deDiocalandra frumenti Fabricius, conocido comúnmente como 'picudín' o
picudo de las cuatro manchas del cocotero, que desde el año 2013 afecta a
los palmerales canarios del municipio.
“Las palmeras están gravemente afectadas
y se están secando poco a poco como consecuencia de esta plaga de
picudín” advirtió el primer edil moyense, Poli Suárez, en una
comparecencia ante los medios de comunicación desde el mismo palmeral de
Cabo Verde, donde se hace especialmente patente la voracidad del
insecto. “Valoramos y agradecemos las acciones que han venido
emprendiendo los técnicos del Ejecutivo regional e insular desde que
alertamos de la situación”, insistió Suárez, quien lamentó que “no hayan
sido suficientes” para detener una plaga que sigue expandiéndose por
otros palmerales, “lo que hace necesario incrementar los medios técnicos
y humanos para detenerla”. En este sentido, el alcalde norteño
reconoció que “desde el Ayuntamiento no podemos asumir solos la lucha
por salvar las palmeras, tenemos que hacer un frente común para
conservar este paisaje tan singular y valioso no solo para Moya, sino
para toda la isla de Gran Canaria”. Lo que requiere “actuar con
contundencia antes de que sea tarde y solo podamos lamentarnos por su
desaparición”, concluyó.
Y es que pese a que el palmeral de Cabo
Verde, con cerca de un millar de ejemplares, se ha regenerado
considerablemente con las actuaciones de reforestación del entorno con
flora endémica que se han venido acometiendo y que han contribuido a
mantener el equilibrio del ecosistema, las palmeras están ya muy
afectadas internamente y el coleóptero ha seguido expandiendo su
colonia. Siguiendo los informes medioambientales también se han adoptado
otras medidas complementarias dirigidas a la restauración del palmeral,
como la disminución de la contaminación, la erradicación y tala de
especies invasoras y agresivas, como el eucalipto rojo (Eucaliptus
camaldulensis) o la palmera datilera (Phoenix dactylifera), que ocasiona
el desplazamiento del palmeral canario y perjudica la calidad genética
de estos dada su capacidad de hibridación.
El ‘picudín’, un insecto con forma de
escarabajo negro con cuatro manchas en las alas anteriores y que alcanza
los 6-8 milímetros en la edad adulta, taladra las palmeras para
depositar los huevos en la base de las hojas, donde las larvas se
alimentan de estas y del fuste. Causa del amarillamiento prematuro y de
los agujeros de las hojas, además de la lánguida apariencia de los
ejemplares, marchitamiento, colapso y pudiendo incluso secarse las
plantas en un plazo de seis a ocho meses. Y los palmerales que atesora
la Villa de Moya resultan especialmente populares y apreciados tanto por
la población local como por los turistas que se adentran en el
municipio y quedan fascinados por el contraste de vegetación y paisajes
que van encontrando a los márgenes de la carretera GC-75 de acceso al
casco.
fuente: https://www.infonortedigital.com/portada/medio-ambiente/item/65514-el-ayuntamiento-de-la-villa-de-moya-solicita-ayuda-para-salvar-los-palmerales-del-picudin
No hay comentarios:
Publicar un comentario