domingo, 24 de diciembre de 2017

LA OTRA CARA DE LA NAVIDAD.


Maria Almenara.
Para un determinado número de personas la Navidad es motivo de tristeza porque les trae recuerdos de aquellos seres queridos que ya partieron hacia otra dimensión. Para otras estas fechas son de alegría, compras, comidas y reuniones familiares.
Hay otro grupo que desearía que estas fiestas no exisitieran, que pasaran lo antes posible ya que para ellos no hay motivos para reír, cantar y mucho menos comprar. Ellos pasan la Navidad con lágrimas en los ojos y dolor en sus corazones. 
Son aquellos que están pagando la crisis que nos ha tocado vivir, a unos más que a otros, son los que en el día 24 no podrán comer turrones, polvorones y, los mariscos, ni olerlos.
Pero, por suerte, existe otro grupo de personas que sí piensan en los más desfavorecidos, personas a las que no les importa dejar el calor de la casa para echarse a la calle e ir de puerta en puerta buscando algo de comida para los que no tienen nada.
Esta muestra de generosidad la dieron ayer las mujeres y hombres voluntarios de caritas en el barrio de San José de Las Longueras tal y como hacen cada año.
Según palabras de una de estas voluntarias ayer recibieron más muestras de solidaridad que articulos de comida. Llegaron a emocionarse ante testimonios como estos.
Un vecino les dijo “sólo tengo dos cajas de leche pero con una me remedio” o las palabras de una señora cuando confensó que en su casa no entraba dinero pues todos estaban en el paro; aún así les dio un paquete de arroz ya que ella con uno salia adelante. O la de la vecina que la suerte le sonrio con la cesta de un sorteo y sin pensarselo donó todo para aquellos que no tienen nada.
Ante esto, solo puedo decir que Dios bendiga a estas personas  y les de mucha salud para continuar con esta labor que nos deja bien a las claras que la Navidad tiene otra cara que pocos conocemos.

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