Democracia.
La democracia es una forma de gobierno del Estado donde el poder es ejercido por el pueblo, mediante mecanismos legítimos de participación en la toma de decisiones políticas… En este sentido, la democracia es también el gobierno de las mayorías, pero sin dejar de lado los derechos de los individuos ni desatender a las minorías…
Esta es la definición breve pero muy clara de lo que llamamos democracia. Gobierno del pueblo por y para el pueblo.
En este país está quedando claro por los hechos visibles que cuando alguien se presenta a candidato por y para un gobierno central, autonómico, de la diputación o municipal es para el inicio de una futura carrera política sin fin, que le abrirá puertas tanto públicas como privadas para un buen futuro económico y del poder hasta que se sacie de todo a rebosar, sin importarles en absoluto la cuestión por la que han sido escogidos para defender los supuestos derechos de sus conciudadanos. Todo eso les importa un carajo, vivir bien, en una buena posición reconocida ante los demás e ir viviendo de esa renta hasta ves a saber cuando, eso sí, siempre que esté dispuesto a sucumbir ante el ”chantaje” del partido al que pertenece, si se sale de los “estatutos” que le marca su partido, es hombre muerto, políticamente. A todo eso se le llama en lugar de partido, sectarismo, es decir que la política actual se ha convertido en una secta y a su vez en una serie de sectas que han ido gobernado el país, lo cual ha llevado a España al desastre económico, social, cultural y político. Todo ello al margen de lo fundamental, los ciudadanos en el anonimato.
Y no digamos cuando cierto partido gana con mayoría sobre el resto de los partidos democráticos que se han presentado. Al resto de los partidos, que en realidad han sido votados se los infravalora de tal manera, que se les quita la voz y la opinión, es más para evitarse “malos tragos” y me consta por la experiencia que me ha tocado vivir en según qué municipios a los que he tachado de caciquiles, se han hecho, buscando alguna excusa diplomática los plenos municipales a horas intempestivas en horarios poco favorables a la asistencia de cualquier ciudadano o de cualquier representante de un partido en minoría. Da la sensación, la impresión, de no querer enfrentarse a la posible oposición a según qué determinaciones por esa mayoría que gobierna por tal de no verse obligado a dar explicaciones, convirtiéndose ese gobierno, en un gobierno dogmático e irreflexivo y sectario. Ello ha dado en ese comportamiento la impresión de no querer perder la silla o sillón, y la forma de no perderlo es, obviar a según qué partidos por sus supuestos argumentos que convenzan a otros futuros votantes que sean los que les echen del sillón que ocupan. Miedo a perder su “puesto de trabajo”, cuando en realidad, no es ningún puesto de trabajo, sino un servicio al que cada cual se ha presentado voluntariamente, supuestamente por vocación y no por profesión. Recuerdo, como anécdota que cierto alcalde en la democracia tuvo que hacerse el carné de identidad y aún por esa época, reciente de la democracia se pedía la profesión, dicho edil, en respuesta a la profesión que se le pedía, respondió, alcalde. Aún en estos tiempos en que todo ha ido cambiando, interiormente, se piensa de esta forma, es decir que quién se mete en política, mira hacia el futuro como una meta a ganar prestigio, dinero y poder. En ningún momento se tiene en cuenta para nada a los ciudadanos y si es así, nunca en primer término. Me remito a los hechos que día a día se están produciendo, la corrupción, y no solo que tenga que ver con un solo partido, aunque este al que me refiero está en el ranking de la corrupción por todos los casos que actualmente está llevando la justicia, dos partidos, que hasta ahora han estado turnándose en la gobernación de este país, y otros que han estado gobernando la autonomía de Catalunya. En democracia hay que tener presente a aquellos que no gobiernan pero, que también han sido elegidos por el pueblo. El que gobierna debe estar preparado para refutar en el caso de que exista la razón por su parte cualquier tipo de crítica de su adversario político, y digo bien adversario, no enemigo; y esa es la impresión de estos que se dan de demócratas, que creen que la oposición de esos otros partidos, son enemigos. Teniendo esa actitud, se está evitando el progreso democrático de ese municipio, autonomía o país.
Y también por parte de aquellos que son oposición no deben tener una actitud totalmente contraria a todo aquello que sirva para el bien común del municipio en el que están, el poner palos a las ruedas constantemente sin tener en cuenta lo bueno que el partido que gobierna haga es totalmente negativo para mantener una buena relación democrática, lo cual también sirve para el progreso económico, social y político de ese municipio, país o autonomía.
La democracia en este país por el momento sigue sin brillar, caciquismo y sectarismo, siguen primando, probablemente porque realmente los partidos desde dentro no han sido críticos desde dentro y eso significa que en realidad en los partidos políticos no ha existido la democracia, para que este país funcione es necesario que la casa se empiece por abajo, entre otras tantas cosas que harían de este país , un país rico sin que nadie metiera la mano en la hucha y un sinfín de más cosas…
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