lunes, 1 de septiembre de 2014

Si el Ministro Soria fuera noruego





Tan lejos como el norte del mar de Barents, era el objetivo de una compañía de prospecciones sísmicas llamada Dolphin Geophysical, autorizada por el gobierno de Noruega para encontrar petróleo en estas aguas árticas. El área de muestreo alcanzaba el paralelo 80º norte del planeta desde el sur del maravilloso archipiélago de las Svalbard, morada de cetáceos y otros mamíferos marinos. Una zona que en invierno está helada y que es objetivo peligroso de las petroleras y del gobierno noruego. 
Afortunadamente y cuatro días después de que Greenpeace expusiese el impacto acústico sobre la fauna marina de las prospecciones sísmicas para buscar petróleo en la televisión nacional noruega, la Dirección General del Petróleo de Noruega ha decidido detener estas pruebas un mes antes de lo previsto. 

Varios grupos políticos han expresado que el programa de prospecciones noruego incumple una Declaración del Gobierno  que dicta que “ninguna actividad petrolífera debe ocurrir cerca del borde del hielo”. 

Pero claro, en España somos especialistas en incumplir nuestra normativa medioambiental.Y con el Ministro Soria a la cabeza, se ignora que el espacio comprendido al este de Fuerteventura y Lanzarote es de las zonas más importantes del mundo para cetáceos. Y también se ignora la propia propuesta del Ministerio de Medio Ambiente de crear una zona protegida integrante de la red Natura 2000 europea. Cuando los intereses económicos de unos pocos está por encima del medio ambiente, éste es escondido en algún cajón. 

Según nuestros compañeros de la oficina noruega, ha bastado la presión en medios de comunicación para que el gobierno de Noruega cesase las prospecciones. Y mientras aquí, en Canarias, el Gobierno del Estado y el Ministro Soria ignoran las más de 200.000 firmas que piden otro modelo de desarrollo energético para nuestro país. Esta es la voluntad de servicio público de nuestros líderes. 

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