Peligros urbanos

Y como de costumbre, para no variar, un clásico anual de esta sección son las lonas que cuelgan de los pasos aéreos de la GC-500. La publicidad tiene su ordenanza, sus espacios definidos en el municipio turístico y para eso existen los soportes necesarios pese a que algunos no quieran gastarse un euro y relinchen su propia campaña por la 'face' en lugares tan singulares que llegan a confundir incluso las señales de tráfico y, además, no sólo afean con su aspecto el entorno, sino que están prohibidos, principalmente por la inseguridad que supone para los conductores de la vía. ¿Quién responde si cae una de esas lonas sobre el parabrisas de un vehículo y origina un serio accidente? Por ejemplo una guagua cargada de turistas o escolares. ¿De dónde sale el dinero para la posible indemnización? ¿Cómo afectará a la imagen de un destino turístico que se vende como seguro cuando el propio ayuntamiento crea estas condiciones? ¿Irán al acto anunciado las autoridades encargadas de velar por la seguridad? Y así todos los años permitiendo estas acciones de manera arbitraria.

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