Artículo de opinión
Quienes contamos con medio siglo de edad o más, hemos vivido parte de una realidad que perdura en nuestras mentes y parte de una nueva realidad que vemos como fallida en parte de su desarrollo.
Por ejemplo: el reciclaje, una idea que, por mucho que nos esforcemos, no funciona al cien por cien, quizás mucho menos de lo que se desea, porque lo vemos día a día en nuestro entorno. Aparecen elementos que se pueden reciclar, por ejemplo, botellas de cristal y cartón, materiales que antaño se reciclaban. Por Personas que recorrían barrancos y locales donde se recogían para luego vender las primeras en vidrieras canarias y el segundo en Martínez Cano, empresas de reciclaje de Canarias.
Donde se podía llevar un sustento a casa, por poco que fuese, cosa que hoy día es imposible por las trabas de un progreso supuestamente poco efectivo.
Nos bombardean con informaciones medioambientales y luego bajan la guardia, dando a entender que todo se basa en un negocio para los bolsillos más sustanciosos.
Como la contaminación: nos presentan que nuestros vehículos contaminan el planeta para obligarnos a adquirir un vehículo eléctrico, que, según investigaciones, supuestamente contamina más en su fabricación que en la vida útil de uno de combustión. Pero nos sobrevuelan aeronaves que funcionan con queroseno y navíos con motores diésel, los cuales dejan una estela importante a su paso por el planeta.
Las energías renovables: centrales fotovoltaicas que cubren nuestros parajes, energías eólicas que visten nuestros ojos de molinos en tierra y mar, pero la electricidad la pagamos a precio de oro. Entonces, ¿para qué tanto espectáculo? ¿A dónde se dirigen estas ganancias? Siempre los ricos más ricos y los pobres más pobres; no es justo que se expolie el planeta y seamos los mismos los más desfavorecidos.
El planeta es más antiguo que cualquier ser que camine o se arrastre sobre él, y el egoísmo del ser humano se lo están cargando a su antojo.
El progreso tendría que ser nuestro amigo para nuestro bienestar pero hay muchos puntos que no son comprensibles y huele a negocio
Joaquín santana
No hay comentarios:
Publicar un comentario