Años atrás los perros se tenían en las casas como fieles guardianes de nuestras
propiedades, sobre todo no faltaban en los domicilios que disponían de un patio o un
pequeño terreno. Saber que estaban ahí nos daba la tranquilidad y la confianza de que, al
menos, metía miedo a aquella persona que intentaran entrar en nuestras viviendas.
Las cosas cambian y con ellas las costumbres como no podía ser menos.
En esta época quenos ha tocado vivir también nos toca compartir nuestra vida con una mascota,
principalmente con un perro. A los de mi tiempo se les alimentaba con las sobras de la
casa, que no aseguro que fuera lo más acertado, pero pienso que hoy se están pasando en
mimos y trato con los animales que no es lo mismo que cuidarlos y respetarlos
Hoy se les llaman “hijos” y se les habla como a tales, dirigiéndose a ellos con las
expresiones “mamá o papá te quieren mucho”
Los que están aprovechando el tirón de este modismo son los veterinarios y sus comercios
donde venden todo tiempo de chuches, comidas o entretenimientos para que el chucho
disfrute cual bebé, incluso ya venden cochecitos para hacer el paseo.
Nada de esta costumbre puede ni debe incomodarme, otra cosa es que sus dueños hayan
tomado las calles y jardines como lugar de paseo para sus mascotas permitiendo que estos
hagan sus necesidades allí donde les aprietan las ganas. Bien es verdad que la mayoría es
considerada y recoge el “regalito” pero no son todos, por lo que la calle es un lugar de
esparcimiento para las moscas y los malos olores.
La llamada “calle peatonal” es lugar favorito para los propietarios sin respetar que
en esta calle pasean muchos padres con niños pequeños que, lo mismo están de pie como
en el suelo a consecuencia de un caída allí donde momentos antes el perrito hizo sus
necesidades.
Pienso que la responsabilidad de todo esto es del propietario.
María Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario