A continuación, se presenta una de las reliquias del pasado, un pasado de trabajo y satisfacción en la ganadería y la agricultura, abandonada y llena de basura.
Hoy en día, es impensable dejar perder las tradiciones con restricciones monumentales y prohibiciones absurdas y antinaturales.
No conozco a nadie que se haya enfermado con leche fresca y natural recién ordeñada. Incluso yo mismo la consumí en mi niñez y adolescencia, un alimento natural y saludable que hoy es impensable, todo sale del famoso brik de cartón.
Después de que la comercialización de la leche para enriquecer a las grandes industrias e impuestos varios acabaran con lo que nos alimentó durante toda una vida con el pretexto de la pasteurización, hoy en día no se puede tener ni siquiera un animal del que obtener leche para casa.
Si no es con mil impedimentos y requisitos, eso sí, con dinero de por medio. No tenemos nada y estamos cohibidos y perseguidos por unas normas controladoras de nuestras vidas. Es muy preocupante que se tomen medidas con la alimentación
y no con el tabaco y el alcohol, que acaban con la vida de muchas personas al día. Esto demuestra que los impuestos son demasiado jugosos; es decir, no les importamos lo más mínimo, solo les importa el beneficio y las riquezas. La hipocresía de nuestra institución.
Se acabó nuestra libertad.
Joaquín Santana
Redactor TH
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